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El Sudamericano Femenino Sub 20 que se disputa en La Calera ha ratificado una verdad ineludible en el concierto continental: de las 10 asociaciones miembro que conforman la Conmebol, Bolivia es por lejos la que menos se preocupa por su fútbol femenino.
Los resultados de La Verde en la fase de grupos fueron desastrosos. Finalizó su participación en el torneo con cuatro derrotas y una diferencia de goles espantosa (-28) y encajó consecutivamente dos de las derrotas más indecorosas en la historia del certamen, al caer por 0-10 ante Brasil y 0-13 ante Uruguay (récord para este tipo de torneo).
Pero más allá de los malos resultados deportivos para una escuadra que proviene de un país con cero apoyo al fútbol femenino, donde no hay liga de ningún tipo y en que las autoridades federativas apenas logran juntar un equipo que represente a la bandera unas semanas antes de que arranque tal o cual torneo, la desprolijidad se percibe incluso en detalles formales, como el visto en el partido de anoche ante Paraguay.
El parche de la vergüenza
En el partido ante la "Albirroja", la jugadora Laura Herrera, quien supuestamente debía portar el dorsal número 2 lució una camiseta con un vistoso parche que cubría otro número, para dejar expuesto solo el dígito correspondiente.
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La imagen se viralizó y la FBF tuvo que explicar los motivos de tal improvisación: tras lavar las camisetas se evidenció que algunos números se despegaron, por lo que el tema se tuvo que resolver con prisa.
Las jugadoras y el cuerpo técnico del plantel boliviano pidieron a los hinchas del fútbol de ese país que las apoyaran y que dejaran de lado las descarnadas críticas e insultos que hasta el momento han recibido a través de las redes sociales.