
No ha sido un buen año para Deportes Santa Cruz ni tampoco para Kevin Harbottle, futbolista de amplio recorrido en el fútbol chileno y que hoy juega en Primera B.
Su club no lo pasa bien, y si no fuera por la sanción de 9 puntos que recibió Santiago Morning, estarían colistas a tres fechas del final del Torneo de Ascenso.
A cuatro unidades de los Microbuseros, e igualados con 27 con Curicó Unido y Unión San Felipe, los Comerciantes todavía no se salvan del peligro del descenso.

Algo que abordó Harbottle en entrevista con En Cancha. Un repaso de cómo salir del mal momento de Santa Cruz y también cómo lo enfrenta su DT, John Armijo, conocido por privilegiar el fútbol ofensivo en sus escuadras.
“La tabla está tan apretada que hasta un punto es maravilloso”
Recordado por ser uno de los trovadores del fútbol chileno si a clubes se refiere. Cruzó todo el país, desde Arica, Antofagasta, Cobreloa, Unión Española, Universidad Católica, Deportes Temuco y hasta Fernández Vial, entre varios otros.
Hoy, en Santa Cruz, la realidad apremia, aunque algo de positivismo tiene Harbottle a tres fechas del final.

- ¿Cómo estás viviendo esta temporada en Santa Cruz? Están complicados en la parte baja y a tres fechas del final.
Estamos en una posición complicada en la tabla, así que se trata de llevar de la mejor forma. Uno siempre quiere estar peleando arriba, pero a veces no resultan las cosas. A veces las cosas están bien y a veces mal. Estamos tratando de dar lo mejor, sacar esto adelante. Nos quedan tres fechas, tres finales fundamentales para salir de esa zona.
- Has vivido muchas experiencias distintas, también peleando puestos de descenso, como hoy en Santa Cruz o también en otros clubes, ¿cómo se saca esa motivación cuando están tan apremiados en la tabla?
Yo creo que lo que tiene cada futbolista, siempre está el prestigio por delante. Es fundamental eso, y lo que tiene el jugador, que siempre tiene garra. Uno nunca va a perder la esperanza, cuando te estás dando cuenta la situación en la que estás, uno intenta hacerlo mejor todavía. Es incómodo, obviamente, pero no somos el único equipo. Son varios. De cierta forma no está tan difícil salir de la zona. Es cosa que agarres uno o dos partidos y te estarías salvando, con estos tres que quedan. Dependiendo de otros resultados, pero hay que ponerle mucho corazón y profesionalismo. Mucha mentalidad, ser fuerte de mente para estas instancias.
- ¿Qué les dice John Armijo, cómo ha sido ese mensaje en el camarín? Considerando su estilo, que es bien estudioso, ofensivo.
Él proyecta su idea, lleva bastante tiempo con nosotros. Siempre convencido de lo que hacemos, de lo que él quiere como entrenador, seguir el modelo que nos muestra en la semana y proyectarlo directamente en la cancha. Y con base en eso, sacar resultados.
Después uno puede ir cambiando la forma de juego por la instancia, y muchas veces no se puede plantear lo que se lleva a cabo en la semana. En la situación en la que estamos, te cambia todo. Los partidos se ponen más apretados y más en la instancia en que peleas arriba o abajo. Pero el grupo está convencido, somos optimistas y positivos en cada partido, que salimos a ganar.
- ¿Cuánto espacio hay para respetar la idea de juego, cuando dependes mucho del resultado? Jugando de chico a grande o más arropado en defensa, quizás.
En los últimos partidos sí, hay que ponerse el overol. Hemos estado más resguardados que atacando, pero es a lo que te lleva la posición. Tratar de no perder el partido, que es lo que no queremos. La tabla está tan apretada que hasta un punto es maravilloso. A veces se podría ser más ofensivo, pero como va la tabla, es más difícil proyectar eso. Se parte de más atrás hacia adelante.
- Has pasado por varios equipos, con gran convocatoria y que se hace sentir la hinchada. ¿Cómo lo has visto hoy desde Santa Cruz, cómo te motiva ese cambio?
Hay un cambio a la hora del partido. Que haya más gente en un estadio, te cambia totalmente. Quizás te genera algo internamente mucho mayor, pero por ejemplo, al ser hoy un jugador grande y más allá de la cantidad de gente que puede haber, te tomas todos los partidos con la misma seriedad. Porque, como he pasado por tantos equipos con tantas hinchadas, uno se va acostumbrando. Y a veces en el partido pierdes el foco del entorno, te preocupas tanto que ni escuchas lo que gritan afuera.
Pero obviamente, cuando tienes más hinchada es totalmente diferente, se siente más eufórico al jugar, al correr, te cambia ciertas cosas.