Matías Donoso es ese delantero guapo, aguerrido y fiero que todos quisieran en su equipo. Un goleador que se ha hecho su nombre a punta de importantes anotaciones, ya sea en Deportes Temuco -su club actual-, Cobresal, Deportes Iquique y Santiago Wanderers, entre otros.

Es con el Decano con el que tiene una historia bastante particular, pues fue su primer equipo en la máxima categoría del fútbol chileno. En 2013 llegó al puerto luego de brillantes temporadas con Unión Temuco, en donde se hizo un espacio entre las joyas de nuestro balompié a punta de goles.

El delantero defendió la camiseta de Santiago Wanderers y se hizo un nombre en el fútbol chileno. Foto: Aton.
Matías Donoso.El delantero defendió la camiseta de Santiago Wanderers y se hizo un nombre en el fútbol chileno. Foto: Aton.

Su inicio en Santiago Wanderers fue prometedor, pues en 32 apariciones con el club anotó un total de 15 tantos y entregó una asistencia. Números que lo consolidaron en Primera División, pero que no bastaron para que la dirigencia se la jugara por él, lo que terminó con Donoso cruzando la vereda.

La verdad de Matías Donoso

En un extenso diálogo con En Cancha, el incombustible Matías Donoso contó detalles ocultos de esta “traición” como muchos llamaron en su momento. Sin embargo, las razones de su paso a los Ruleteros hablan por sí solas.

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- Su paso desde Santiago Wanderers a Everton dio bastante que hablar en la época...

Nunca he hablado de esto, de lo que fue ese cambio. O si lo hice alguna vez, fue con mucho respeto y prudencia en las declaraciones, porque ese no fue un tema mío, fue un tema contractual, claramente. Me acuerdo que, en ese tiempo, Santiago Wanderers no quiso renovar mi contrato y lo que me ofrecía eran dos chirlitos y, más encima, seis meses más de contrato. O sea, iba a quedar tirado a mitad del próximo campeonato. En ese escenario, no quisieron hacer efectiva la cláusula de compra.

- Situación que lo dejó en jaque, supongo...

Totalmente, no me lo esperaba. Fue ahí cuando apareció Everton y me mejoraron considerablemente el salario y fue todo serio al tiro, mucho más profesionales en ese sentido. Entonces, yo nunca dije cuál había sido el motivo de mi salida. En cierto modo, los directivos de Wanderers en este caso, me terminaron quemando. A mí me dieron la pelota hasta que ellos salieron libres de todo tipo de críticas y puteadas, y yo asumí la responsabilidad y nunca dije nada. Pero si la gente supiera cómo fue todo, a lo mejor otro gallo cantaría, como se dice por ahí.

- En ese sentido, ¿se arrepiente de haber cruzado la vereda?

No me arrepiento para nada. O sea, no es algo que yo en ese momento pensara distinto. Lo único que pensaba era en jugar, en sacar adelante a mi familia, en estar bien, en que no le faltara nada a mis hijas ni a mi hijo. Siempre traté de trabajar en silencio y ser lo más profesional posible.

- ¿Quedó molesto con la dirigencia de Santiago Wanderers?

Sí, no lo puedo negar, pero como te digo, estábamos hablando del año 2013. Era mi primer año en Primera División, si yo decía algo, uno lo ve por ese lado, también te puedes quemar. Y la verdad que no tenía intenciones de nada, solo asumir. Asumí la responsabilidad solo y me la banqué, y bueno, el resto es historia ya.

- ¿Cómo se sintió en Santiago Wanderers, antes de toda esta polémica?

Me sentí muy querido, muy apoyado por la gente de Wanderers cuando estuve. De hecho, hasta el día de hoy tengo amigos que son de Wanderers, con los que hablo y comparto. El mismo utilero, Marcelo Cortés, es uno de los amigos que me ha dado el fútbol. Es un tipazo, una gran persona. Siempre hablamos, siempre estamos en contacto, con otros excompañeros que juegan ahí también. Está todo ahí, una parte de mi historia quedó ahí.

- Cuando se va a Everton llegan las críticas...

Yo tenía claro lo que había hecho, lo que había entregado a la institución en esos años, en ese año en específico. Sabía lo que había hecho, que no había sido poco. No sé si fueron catorce o quince goles, en ese primer año en Primera División para mí. Entonces, después, ¿qué más voy a hacer? Yo sabía lo que había hecho, sabía que había trabajado bien, sabía todo lo que había generado. Yo cumplí como se me pedía.

El delantero pasó de Santiago Wanderers a Everton, provocando la tirria de los hinchas. Foto: Aton.
Matías Donoso.El delantero pasó de Santiago Wanderers a Everton, provocando la tirria de los hinchas. Foto: Aton.

- Dentro de la cancha no hubo problema, fue todo fuera de esta...

Yo cumplí, pero tampoco iba a salir, como te digo, a decir: “No, esto, esto otro, fulano de tal hizo esto, no me ofrecieron esto”. No lo iba a hacer, por respeto a mí, primero, y después por respeto a todo lo que significaba la institución, y obviamente no quería fallarle al club que me había abierto la puerta para jugar en Primera División. Yo no podía hacer eso. También ellos sabían —creo que las personas sabían— que yo entendía toda la situación, todo el contexto, y que si hablaba o decía algo, iba a generar consecuencias. Y sabían que no lo iba a hacer, porque tengo claritos mis valores y mis cosas. Pero bueno, ellos actuaron mal… allá ellos.

- ¿Cómo lo trató el hincha wanderino en ese momento?

La gente ahí amenazaba de todo: “Voy a venir para acá”, “te vamos a reventar” y todo eso. Pero hasta el día de hoy yo juego contra ellos y se acuerdan de mi mamá, de la mamá de mi tatarabuela. Nadie nunca supo por qué. Y ahora te lo comento porque ya han pasado años y mucha de la gente que estaba en ese tiempo ya no está.

- Esta situación se ve bastante en el fútbol chileno, en donde los dirigentes tiran al choque a los jugadores...

Claro que sí. Pero eso pasa con la gente del fútbol, con la gente que le hace daño al fútbol. Pasa porque la gente que trabaja bien para el fútbol siempre va a ser bien evaluada, siempre va a ser reconocida, por así decirlo, y van a saber que te eres un caballero del fútbol. El que ha hecho cosas malas, las paga, porque en el fútbol se sabe todo al final. Ese es el tema.

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