En Calama no pierden las esperanzas de que Cobreloa pueda mantenerse en Primera División, para lo que necesitan vencer por ocho goles a O’Higgins en lo que sería una verdadera hazaña en Rancagua, o como lo catalogaron en El Mercurio de Calama, “el milagro del siglo”.

El citado medio le otorgó esta denominación a una posible victoria de los loínos por ocho goles, debido a que la última gran goleada por campeonatos nacionales de Primera División ocurrió en el Torneo de Clausura 2016, cuando la Universidad de Chile que era dirigida por Sebastián Beccacece venció por 8-1 precisamente a O’Higgins, que en ese momento era dirigido por Cristián Arán.

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La victoria más holgada de Cobreloa esta temporada fue el 4-1 ante Deportes Copiapó en Calama. (Foto: Aton)
Cobreloa vs CopiapóLa victoria más holgada de Cobreloa esta temporada fue el 4-1 ante Deportes Copiapó en Calama. (Foto: Aton)

Aquel partido se jugó el 24 de enero de 2016 en el Estadio Nacional, por la segunda fecha del Torneo de Clausura, y para sorpresa el primer gol del encuentro fue de los rancagüinos, con un remate de Gastón Lezcano a los 7 minutos. Luego vino la aplanadora de Beccacece: Mathías Corujo (21′), Sebastián Ubilla (39′), Gustavo Lorenzetti (47′, 53′ y 90+1′), Patricio Rubio (79′), Gustavo Canales (81′) y Yerko Leiva (88′) anotaron los ocho tantos azules.

Cobreloa debe dejar atrás los magros números del año para lograr la hazaña

El equipo de César Bravo deberá tener un nivel superlativo el domingo en Rancagua para lograr “el milagro del siglo”, y tener una actuación que les permita tener el mejor partido del año, superando con creces los números de esta temporada, ya que el partido en el que más goles anotaron fue en un 4-1 ante Deportes Copiapó.

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Además, en el total de la temporada los naranjas promedian poco más de 1 gol por partido (30 anotaciones en 29 juegos), mientras que la estadística de goles en contra es fatal: 62 tantos recibidos en los 29 encuentros del año, promediando 2.1 anotaciones en su arco por duelo disputado.

Este domingo deben octuplicar el promedio de conversiones por partido, y minimizar lo más posible los goles en contra para lograr la diferencia de 8 tantos que le permitan mantenerse en Primera División, y enviar a Primera B a su rival de turno.

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