Unión Española está en plena zona de descenso mientras atraviesa una profunda crisis deportiva que el propio DT Miguel Ramírez expresó en una reciente conferencia de prensa, en donde apuntó contra la dirigencia dado que “lo que se había acordado de traer cuatro jugadores no se está cumpliendo”.
Cheíto en concreto se refirió a los refuerzos que los Hispanos buscan en el mercado de fichajes, instancia en la cual se traerían cuatro hombres para potenciar “la defensa central, la contención, el extremo y un hombre de punta o un volante de creación”.
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Pero solo llegó Fabricio Formiliano para cubrir la zaga, junto con Renato Huerta y Bianneider Tamayo, que cumplen cupo Sub-21.
La crisis deportiva que asusta a Unión Española
Sin embargo, sus planes debieron quedar en el olvido, dado que el defensa Bastián Roco no cedió su cupo; motivo por el que no se repatrió a Emiliano Vecchio, quien incluso se ofreció a jugar gratis: “Es una cuestión en la que yo no tengo injerencia porque viene del año pasado, entonces tuvimos que priorizar los puestos”, sostuvo.
En medio de este escenario, Ramírez indicó que “para mí sería fácil partir, porque lamentablemente por cómo se generaron las conversaciones y lo que se había acordado de traer cuatro jugadores no se está cumpliendo”. Pese a ello, descartó renunciar, dado que “me mueven los desafíos y estar en Unión Española, una institución de prestigio, con historia, a la cual me seducía venir”.
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Pero los refuerzos no son el único problema de Cheíto, ya que también debe lidiar con la poca cantidad de jugadores disponibles en entrenamientos y partidos. “Cuando llegamos, entrenamos con seis jugadores. Semana a semana se han ido sumando, y para el partido con la U tuvimos apenas 16 jugadores, incluyendo dos juveniles. Esta semana recién podemos contar con 20 jugadores. Un plantel profesional no puede funcionar con tan pocos jugadores”, cuestionó.
El escaso plantel se explica, en parte, por el mal estado físico en el que encontró al plantel en su llegada y, por otro lado por las salidas, ya que los rojos han enfrentado la partida de cuatro piezas del equipo: el portero Franco Torgnascioli, el delantero Matías Suárez, el defensa Nicolás Díaz y el volante Cris Montes.
A todos estos problemas, también se deben sumar temas dirigenciales. Sin ir más lejos, el pasado lunes el presidente Francisco Ceresuela dejó su cargo y, en mayo pasado, el histórico Gustavo Canales abandonó la gerencia deportiva, mientras que Jorge Segovia, presidente de la empresa SEK, controladores de Unión Española, dejó su cargo para ser reemplazado por su hija, Fátima.
