Leyenda de Coquimbo: “Tendría que pasar algo muy extraordinario para que se nos escape el título, este es el año”

Johnny Pérez, arquero del vicecampeonato Pirata en 1991, compartió con En Cancha la ilusión que le genera la actual campaña.

Coqumbo Unido. Crece la ilusión en el Puerto Pirata, por la espectacular campaña 2025. Foto: Agencia Aton.

Hace rato que la campaña de Coquimbo Unido en el Campeonato Nacional de Primera División dejó de ser sorpresa. Hoy, cuando restan 11 partidos para el final del torneo, la posibilidad de que el Barbón alce su primer trofeo de campeón de la Liga de Primera es una realidad y es por eso que todo el Puerto Pirata está revolucionado.

Falta el último tercio del certamen y la fotografía de la tabla de posiciones muestra que el equipo que dirige Esteban Gónzalez suma 44 puntos, seis más que su más cercano perseguidor, Universidad de Chile. Se puede y los aurinegros están conscientes de eso.

Es la tercera vez en la historia que Coquimbo Unido está tan cerca del título. Fue subcampeón en 1991 y perdió la final de los playoffs en el Apertura 2005 ante Unión Española. Hoy, la posibilidad ilusiona a todos, incluso a integrantes de esos históricos planteles que se quedaron en la berma, a un paso de la gloria.

Johnny Pérez, el atajapenales de la Cuarta Región

En Cancha conversó en exclusiva con el ex arquero de los Piratas en 1991, el recordado Johnny Pérez. Un guardavallas que pelea palmo a palmo con “El Loco” Mario Rodríguez y el “Mono” Sánchez, el símbolo del actual plantel, por el cetro de mejor arquero de la historia coquimbana.

Querido en la zona, recordado y respetado por los hinchas, el atajapenales de la Cuarta Región analiza que “es una campaña fuera de serie. Los números hablan por sí solos y eso está cimentado en un buen trabajo que viene de años anteriores. Esteban González ha sabido manejar muy bien los rendimientos individuales, ha sido muy capaz”.

-Llama la atención la cantidad de valores jóvenes con que cuenta Coquimbo…

Acá se trabaja muy bien en las series inferiores. Hay varias comunidades cerca de Coquimbo desde donde llegan los jugadores o los mismos veedores los invitan. En varios equipos se trabaja de esa manera, pero lo que se hace acá es un tema de identidad, porque los jugadores que se unen al club son hinchas de Coquimbo Unido. Hay un acercamiento que a los jóvenes les permite tener un desarrollo no solo en la parte deportiva, sino también de identificarse con su grupo, que es totalmente distinto.

-¿A qué se refiere, específicamente?

Cuando un chico va, qué se yo, desde Arica a Colo Colo, claro, va a llegar a Colo Colo, un equipo grande, pero no se genera esa identidad. Acá sí y eso lo ves cuando los chicos juegan. Identidad de representar a algo grande, a tu equipo, y eso pega en el rendimiento. Y eso no es de ahora; incluso cuando yo jugaba, Coquimbo tenía muchos futbolistas, la gran mayoría, locales y fueron los que subieron al primer equipo el 91 y se mantuvieron. Jaime Muñoz, Sergio Rivero, Javier Toledo, Daniel López, Juan Carlos Barraza, el Rolo (Rolando) Rivera. Todos jugadores cercanos; es un trabajo muy importante de identidad.

-Coquimbo es distinto, repiten muchos ex futbolistas del club…

Totalmente. Y más cerca en nuestros tiempos, Alí Manoucheri, Mario Aravena, Nicolás Crovetto, Carmelo Vega, Carlos Tejas. Coquimbo trabaja muy bien ese aspecto y eso te permite surtir el primer equipo de jugadores locales, con identidad.

Líder del Campeonato Nacional, con 44 puntos. Foto: Agencia Aton.
Coquimbo Unido.Líder del Campeonato Nacional, con 44 puntos. Foto: Agencia Aton.

-¿Cree que fue fundamental para esta campaña no repetir lo que se hizo el año pasado con Luciano Cabral?

-Cuando pasas el rendimiento o el éxito de una campaña por un solo jugador, hay un problema. Saquemos a Cabral, puede ser cualquiera: si pones todas tus fichas ahí, no te irá bien. Tienen que haber elementos distintos, los que te marquen la diferencia o un pase, pero el fuerte tiene que ser el equipo y lo que ha logrado el Chino González, su sello, es coordinar los movimientos de 11 jugadores para generar una inteligencia colectiva. Esto va más allá de la parte física o la técnica, incluso, sino que se ve en el aspecto mental. Eso se ha trabajado mucho y ha marcado la diferencia en Coquimbo.

-¿Jugadores mentalizados y comprometidos?

Ese empoderamiento se ve reflejado en la cancha. Mira lo que pasó recién este fin de semana. Yo jugué en Cobresal (en 1994), en El Salvador estás a 2 mil y tantos metros (NdeR: 2.248 metros SNM) y a mí después de un mes o un mes y medio todavía me costaba y eso que yo no corro. El partido que jugaron los chicos, ganar 2-1, con uno menos y ¡cómo corrieron! Eso te marca la tendencia y te dice que este equipo está para cosas más grandes. Por los jugadores, por los dirigentes, por la gente que es el principal jugador que tiene Coquimbo, este año se nos va a dar.

-Pero falta torneo todavía, y mucho. ¿En qué no puede fallar Coquimbo de aquí al final?

En unas declaraciones que le leí a (el arquero, Diego) Sánchez, él decía “Yo no sé cómo estos jugadores corren tanto”; y ahí está… Este equipo tiene hambre, tiene el deseo y no se le va a escapar. Mira el gol que hace Galani este domingo en El Salvador: tira un centro y la pelota se metió. Son cosas que pasan, pero eso no es suerte, sino que es la convicción. Esto ya no es un mero grupo, es un equipo, un todo. Yo creo que a Coquimbo lo único que le falta para ser campeón son 10 fechas, nada más.

-¿Se nota desde afuera un equipo compenetrado, cree usted?

Es cosa de fijarse cómo cubren, lo solidarios que son, por ejemplo, ante la expulsión de un compañero. Ellos se desdoblaron, corrieron, metieron. Cuando un equipo le gana a un rival tan complicado como Cobresal, en su cancha, ante todas las adversidades, tendría que pasar algo muy extraordinario para que se nos escape el título. Este es el año, estoy convencido de eso.

El mítico equipo de 1991, con Jhonny Pérez como arquero.
Coquimbo Unido.El mítico equipo de 1991, con Jhonny Pérez como arquero.

El recuerdo del Coquimbo subcampeón 1991

Fue el año de coronación de Colo Colo como campeón de América. Ante ese tipo de rival tuvo que pelear Coquimbo Unido en el Campeonato Nacional de 1991. Y pese a ello, de la mano de José Sulantay en la dirección técnica, el Barbón logró un histórico segundo lugar (detrás del Cacique), que le permitió jugar por vez primera la Copa Libertadores.

Pérez recuerda cómo llegó a la Cuarta Región. “Ese año, particularmente, yo estaba en Santiago e iba a firmar por Unión Española. No llegamos a acuerdo y esa misma noche me llama Sulantay, que me había conocido el ’87 en Antofagasta, cuando dirigió allá. Conversamos mucho y me planteó que estaba armando el equipo, porque habían subido a Primera. El éxito fue la ratificación de la manera en que trabajaba Sulantay”.

-¿Específicamente, cómo trabajaba?

Habló con todos de manera individual y colectiva y nos hizo a todos parte del proceso. Éramos nosotros los que jugábamos, no el técnico, pero nos hizo partes, en que nosotros éramos los ejecutores de las acciones que él diseñaba. Fue un proceso muy exitoso. De los primeros 10 partidos, solo perdimos uno, con Fernández Vial acá; el resto, solo victorias o empates.

-Un equipo que logró identificarse con el hincha coquimbano, además…

La gente de acá es distinta. No es ni siquiera el jugador número 12, como se dice, sino el jugador más importante. Vive, disfruta con su equipo. En cualquier época del año, la gente anda con su polera; chicos, adultos que se identifican. La gente de acá es muy respetuosa.

-Coquimbo estuvo muy cerca en 1991 y también en 2005, pero se le escapó el título. ¿Ahora sí, cree usted?

La tercera es la vencida, estoy seguro…