Un duro golpe recibió ayer la Unión Española, que ve en cada punto una bocanada de aire para quedarse respirando en Primera División en 2026.
Los hispanos, hoy penúltimos con apenas 14 unidades, sucumbieron ante la Universidad Católica en la inauguración del Claro Arena, y las cosas otra vez se complicaron. De todas formas, pese a que el panorama se ve oscuro en el Santa Laura, el técnico Miguel Ramírez no quiere que el equipo baje los brazos.
“Es difícil, porque Unión Española está acostumbrada a estar de la mitad de tabla para arriba. El tener que estar conviviendo con el tema del descenso es una presión extra”, comenzó diciendo en conferencia de prensa.
“Unión Española es uno de los equipos grandes, por supuesto, entonces hay que entregar el mayor de los esfuerzos, todos, porque aquí hay una cuestión que es súper simple: el tema de la confianza”, añadió, para luego hacerle un llamado de atención a sus pupilos.

El llamado de atención en Unión Española
“El entrenador no puede entregarle un papelito con la palabra ‘confianza’ a un jugador para que tenga un buen desempeño, un buen rendimiento. Eso uno lo va ganando como futbolista con cada balón, con cada duelo que ganó, cada pelota que tocó bien”, dijo.
Y cerró: “Es fundamental que el futbolista vaya adquiriendo esa responsabilidad, fortaleza y claridad para jugar. A ratos se ve, pero hemos perdido balones que nos ha significado dudar, y cuando el equipo duda se genera un problema colectivo. Cuando un jugador tiene temor, hay dos opciones: o el miedo te paraliza o te hace reaccionar, y a veces, lamentablemente, nos ha pasado lo primero. Nos ha bloqueado”.