Un talentoso y de los últimos grandes regateadores del fútbol chileno, Kevin Harbottle vive un dispar presente, protagonizando la lucha del descenso en Primera B con Deportes Santa Cruz.
El atacante es de esos jugadores de amplio recorrido en Chile. Ha estado de norte a sur en distintos elencos del país. San Marcos de Arica, Antofagasta, Cobreloa, Unión Española, O’Higgins y Deportes Temuco fueron parte de su carrera, con también un recordado paso por Universidad Católica.
Entre 2011 y 2012 defendió a la UC, donde fue campeón de Copa Chile e incluso anotó en dos Clásicos Universitarios.
Lee tambiénCampeón con la UC maravillado con el Claro Arena: “Hace ver totalmente diferente al fútbol chileno”“En ese tiempo estuvimos con Mario Lepe. Y jugué harto en realidad. Me hizo jugar varios partidos de titular, salimos campeones de Copa Chile. Disfruté harto, había buen grupo, buenos jugadores”, contó Harbottle en diálogo con En Cancha. Claro que, pese a ello, su gran amor es Arturo Fernández Vial.
“En los equipos que estuve, siempre tuve harto cariño de la gente”
El hoy jugador de Santa Cruz jugó desde 2020 a 2022 en el Vial, donde asegura que vivió sus mejores años en la actividad, aunque el descenso por secretaría en su último año en el equipo empañó todo.
Fuera del profesionalismo, hoy es difícil para el futbolista proyectar un regreso, pero sigue sin abandonar ese sueño por sobre otros equipos como la misma Católica.
- ¿En cuál de todos los equipos que jugaste te identificaste más? O si te sientes hincha de un equipo hoy de los que pasaste.
En todos los equipos que estuve siempre lo disfruté a concho, la única diferencia fue que en la mayoría estuve un año. En Católica un año y medio. Y en el que más estuve fue Fernández Vial, tres años. Fue en el lugar donde yo más me sentí cómodo entre comillas, en todos me sentí bien, pero los otros procesos en los que estuve fueron más cortos. En el Vial no fue solo el tiempo, en lo personal me fue muy bien. Los dos primeros años fueron muy buenos, el tercero no, porque nos tocó descender. Pero el cariño de la gente, lo que recibí allá, fue muy lindo. También influye el tiempo que estuve, que me haya sentido tan cómodo, que me haya ido bien.
Pero en general en los equipos que estuve, siempre recibí harto cariño de la gente. Hasta el día de hoy me siguen hablando de diferentes clubes deseándome que me vaya bien. Y eso es lo lindo del fútbol, la gente, por más que estés en otro equipo, te siguen deseando el bien, incluso para volver.
- ¿Por qué crees que se dio en el Vial eso y no en otros equipos? Más allá del tema dirigencia o de representantes, que son más ajenos a ti.
Muchas cosas a veces no dependieron de mí, en mi carrera al principio me manejaba con algunas personas, me iba a un equipo tras otro a préstamo. Eso podría haber afectado en mi carrera, uno no sabe, al no estar más de un año en un equipo.
A veces uno sentía que era un buen lugar para quedarse, pero no se daba la posibilidad. No me metía en esos temas, pero claro, mientras iba avanzando en los equipos, me sentía bien, porque subía de nivel.
- ¿Cómo fue esa llegada a Fernández Vial, cómo se dio todo para que terminaras jugando en Segunda División?
Antes de irme al Vial, en 2019 me quedé sin club. Había vuelto de México y teniendo a dónde llegar. Lo que pasa es que después, no sé qué pasó, que se cayó a último momento. Tenía todo acordado y me quedé sin jugar. Fueron alrededor de 7 meses, ahí estuve esperando hasta que terminara el campeonato. Tuve la posibilidad de volver a Arica, hablé con el presidente y me dijo que me fuera para allá.
Y justo me había llegado la propuesta del Vial. Por un tema monetario, me convenía Arica, pagaba mucho mejor y estaba en Primera B. Fernández Vial estaba en Segunda, pero dije “me quedé sin jugar este año. Y quiero empezar de cero”. Porque toda mi carrera la hice en Primera. Y le dije a mi señora que empezáramos de cero. En el Vial me habían presentado un buen proyecto que era lo que quería, me llamó mucho la atención. Y opté por irme allá. Y se dio todo lo que había pensado, creo que le suma un sentimiento extra haber estado allá y que se cumpliera todo lo que quería, en un año. Ascendimos, estuvimos en Primera B, fue todo muy exclusivo
Fue lindo ese momento, venía de nada a iniciar de nuevo y entraba de nuevo en el juego. Y ahí tuve la oportunidad de volver a Primera, se me dio una posibilidad, pero estaba en el Vial. Había arreglado bien ahí. Mi sueño era quedarme, con todo el cariño que estaba recibiendo, con los dirigentes en su momento que se manejaban muy bien, entonces decidí quedarme. Después, las cosas no se dieron, descendimos, el año fue malo con el tema de la dirigencia. Al final se fue todo el carajo (ríe), tuve que rescindir contrato, tenía hasta el 2024. Y bueno, ahí como que se acabó la historia bonita. Y después de eso me llaman de Cobreloa, y ahí fue un nuevo comienzo. Justo ese año salimos campeones.
“Vial es un equipo grande del sur, debería estar en una buena categoría”
- ¿Qué impresión te deja hoy lo del Vial, prácticamente sin existir?
Mal, yo los sigo desde que me fui, sigo todo. Y lo que ha seguido pasando, sigo al tanto de lo que pasa allá. Ha sido lamentable, es un equipo grande del sur, que debería estar en una buena categoría. Así como lo está haciendo Deportes Concepción hoy, que igual resurgió. Esperemos que el Vial vuelva donde debe estar. Tienen harta gente, harta historia y debería estar en la máxima categoría.
- No te quiero retirar todavía, te falta harto aún. Pero escuchándote hablar tan bien del Vial, ¿hay algún club en el que te gustaría terminar tu carrera?
Realmente no lo he pensado. No pienso en retirarme ni nada. No me he puesto en ese caso, yo creo que en su momento va a ser un tema más familiar, donde vea algún tipo de estabilidad. Los lugares que serían, uno no sabe si el Vial volverá a estar en Segunda o Primera B. No sabemos en qué va a estar.
Y hoy en día el fútbol está tan complejo. Quizás me quiero retirar en tal club y después llega fin de año y no encuentras equipo, uno nunca sabe. Y a veces uno no se retira, te retiran (ríe).
