Deportes Concepción tiene a todos sorprendidos en este mercado de fichajes, ya que han presentado jugadores bastante llamativos. Esto entendiendo que vienen recién volviendo a Primera División y el plantel, al menos por nombres, promete bastante para el futuro del club.
Leonardo Valencia, Jorge Henríquez, Misael Dávila, entre otros, son los refuerzos que tienen a toda una ciudad ilusionada. Sin embargo, no todos están conformes con esta enorme renovación que está realizando el León de Collao, considerando que puede costar caro perder la base que logró el ascenso.
Héctor Adomaitis, exfutbolista que llegó a Chile para defender la camiseta de los Lilas durante la temporada 1991, conversó con En Cancha sobre estos radicales cambios que está llevando a cabo el club. Si bien destaca que son buenos nombres, piensa que puede ser peligroso.
Adomaitis advierte a Deportes Concepción
“Bueno, ellos vivieron una situación especial con el ascenso. Yo soy de la idea, y hay ejemplos claros como Deportes Copiapó o el mismo Cobreloa, que después del ascenso muchas veces aparece el sentimentalismo en los dueños o dirigentes del club. Se piensa que, por todo el esfuerzo realizado, hay que renovar a todo el plantel, y luego vienen las caídas y puede terminar con un descenso”, comenzó señalando.
Lee también:Pese al interés de Everton: “El Asesino del Gol” ya tiene club confirmado en el fútbol chileno para 2026El motivo de su preocupación es contratar a tontas y locas, ya que se da que son muchos jugadores para un solo puesto, lo que en determinado momento puede complicar la convivencia de todos dentro del equipo.
“Ahora veo que el equipo tiene mucho movimiento, lo que por un lado puede ser positivo. Pero también hay que analizar si las características de los jugadores encajan entre sí, revisar las edades y entender el proyecto, porque si no, termina siendo todo lo mismo”, agregó la figura del Conce en 1991.
Es en aquella línea que viene la advertencia para el cuerpo técnico comandado por Patricio Almedra, y que se podría convertir en un dolor de cabeza.
“Yo traigo dos o tres jugadores para una misma posición, cuando en realidad solo tengo un espacio disponible. Son futbolistas de características similares. ¿Qué pasa después? Para que todos jueguen y estén contentos, el técnico empieza a ubicarlos en posiciones que no son las ideales. Si deja a uno afuera, aparece el conflicto", puntualizó.
“Entonces ocurre lo siguiente: aunque todos sabemos que esos dos jugadores no pueden jugar juntos y que solo uno debería estar en cancha, se los acomoda igual, pero en otra posición. Al final, todos sabemos cómo termina eso: cambian al entrenador y el nuevo técnico hace lo que debió haber hecho el anterior desde un principio”, finalizó el Ruso.
