Segunda

El delicado conflicto de interés que se abre en el fútbol chileno con el descenso de Deportes Melipilla a Segunda División

Con la derrota por 2-1 que registraron en su visita a Deportes San Cruz, ya no hay escapatoria para los metropolitanos: en 2023 jugarán en Segunda División.

Años del terror para Deportes Melipilla que el lunes en la noche escribieron un nuevo capítulo: con la caída por 2-1 en su visita a Deportes Santa Cruz, los "Potros" sentenciaron su descenso a Segunda División, pues ya no les es posible salir del último lugar en la tabla de promedios.

El desplome del conjunto metropolitano es considerable, pues de bajar por secretaría desde Primera División a Primera B a finales de la temporada 2021, ahora se suma la caída a la tercera categoría, luego de una paupérrima temporada 2022, en que los melipillanos solo han sumado siete victorias en 31 partidos, por ocho empates y 16 derrotas.

La participación de los "Potros" en la Segunda División del próximo año, eso sí, abre un delicado foco de conflicto de interés en el fútbol chileno, pues estará íntimamente ligado a otro equipo participante en la categoría, gracias a un denominador común: Carlos Encinas.

El empresario es actualmente entrenador de Lautaro de Buin y, al mismo tiempo, accionista de Deportes Melipilla. Y, en la historia reciente, ha registrado comportamientos muy similares en ambos clubes.

Melipilla y Lautaro, cortados por la misma tijera

Lautaro de Buin consiguió en 2020 una asombrosa campaña que lo llevó a conquistar el título de la Segunda División, lo que le otorgaba un inédito ascenso a Primera B. Sin embargo, en el Tribunal de Disciplina de la ANFP se determinó lo contrario. El "Toqui" fue acusado por el jugador Hans Martínez por no pago de imposiciones e incumplimiento contractual, lo que finalmente le costó seis puntos de sanción (en primera instancia, el club había sido desafiliado) y, de paso, el ascenso de Fernández Vial. El dirigente encargado de negociar ese contrato fue Carlos Encinas.

El desenlace de la temporada 2021 del fútbol chileno fue, en líneas generales, un mamarracho. Salvo el indiscutible título de Universidad Católica en Primera División, la mayoría de las otras decisiones se adoptaron en los Tribunales, incluyendo el descenso de Melipilla a la B.

Los metropolitanos finalizaron en un tranquilo puesto 14, fuera del riesgo de descenso. Sin embargo, 12 clubes de Primera División ingresaron una denuncia por "contratos dobles" y "pagos por debajo de la mesa" a los integrantes del plantel. Resultado: Deportes Melipilla fue expulsado por la Primera Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP, fallo que la Segunda Sala revocó para determinar finalmente la pérdida de seis puntos; con eso, los melipillanos bajaron a Primera B. Las investigaciones consignaron que a la cabeza de esas negociaciones estuvo Carlos Encinas.

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