La Universidad Católica se ha potenciado con todo pensando en el 2023, todo para no pasar penurias como este año, donde no se peleó por nada y se le puso fin a una increíble racha de cuatro títulos seguidos.
Los "Cruzados" quieren volver a ponerse al tope de la tabla en el año venidero y Ariel Holan ya ajusta sus piezas y prueba nuevas estrategias para acercarse cada vez más a lo que pretende mostrar el próximo año.
En ese sentido, el técnico argentino contará ahora con una importante característica en su plantel, a la que bien puede echar mano en momentos de necesidad: el juego aéreo.
Las torres de la UC

De hecho, algunos de los refuerzos que han arribado a la precordillera cumplen con aquella condición: van muy bien por las alturas y tienen un potente cabezazo como arma principal, herramienta que sirve tanto para atacar y defender. ¿Sus ejecutores? Guillermo Burdisso y Franco Di Santo, espigados futbolistas que tratarán de aportar en la tienda "cruzada".
Además, el conjunto de Las Condes ya cuenta en sus filas con importantes agentes aéreos. Tales son los casos de Branco Ampuero, Gary Kagelmacher y el goleador, Fernando Zampedri, que espera acercarse al récord histórico de goles en el club el próximo año.
Por lo pronto, la UC seguirá preparándose en San Carlos de Apoquindo para llegar de la mejor manera a los amistosos internacionales que tiene pactados para enero: Oriente Petrolero en Concepción, y Talleres de Córdoba y Rosario Central en Santiago.