La Universidad Católica vive sus últimos meses en San Carlos de Apoquindo. El tetracampeón del fútbol chileno dejará su casa en mayo para mudarse a otro recinto, algo que permitirá que la "Fortaleza Cruzada" sea intervenida para ser entregada recién a finales del 2023, con una nueva cara y una capacidad para 20 mil personas.
Los dirigidos por Cristián Paulucci no pierden hace más de un año en Las Condes, algo que podría afectar cuando dejen su reducto para ser remodelado. Sin embargo, la esperanza es que el nuevo San Carlos retorne a ver acción con una especial característica: será una caldera, según los arquitectos a cargo del proyecto.
"El diseño del proyecto lo va a potenciar aún más. Teniendo ese segundo graderío que va a tener una presencia muy cercana al campo, además la cubierta, va a generar un ambiente de fútbol mucho más explosivo, de olla a presión. Creemos que va a ser mucho mejor", señaló a Emol Borja Gómez, uno de los profesionales involucrados.
Las opciones: el Nacional y el Santa Laura
"En ese caso tratamos de entender no solo las características físicas de lo que existía antes, sino también el comportamiento de los socios, de la masa social, la historia del club para introducir ciertos elementos de esa historia en el diseño, las cuestiones corporativas del club. En definitiva, hay que entender ese intangible. Hay un intangible muy potente que es la atmósfera del estadio", añadió César Azcárate, el otro arquitecto del plan.
Cabe recordar que la UC alcanzará a jugar los clásicos ante Colo Colo y la Universidad de Chile en la precordillera, y luego deberá buscar nueva casa, donde el Estadio Nacional y el Estadio Santa Laura corren con ventaja.
En lo futbolístico, los "Cruzados" volverán al ruedo este domingo en el Estadio El Cobre de El Salvador, cuando enfrenten a Cobresal a partir de las 20:30 horas.
