
Anoche, Universidad Católica sacó la cabeza del agua y por fin pudo obtener una bocanada de aire que tanto necesitaba. La UC derrotó con polémica y en el epílogo del partido a Sporting Cristal en San Carlos de Apoquindo y pudo reacomodarse en el Grupo H de la Copa Libertadores, donde también están Flamengo y Talleres de Córdoba.
Cristián Paulucci, cuestionado por los resultados y por sobre todo por su forma de hacer jugar este 2022 al tetracampeón del fútbol chileno, encontró la paz que necesitaba en el banco "cruzado", allí donde un hombre trabaja de forma silenciosa para los medios, pero no para el espectador precordillerano: Jaime Rubilar (43).
El excentral de la UC, campeón en 2005, secunda al "Pelado" en la dirección, en el mismo rol que cumplía Paulucci cuando integraba los cuerpos técnicos de Gustavo Quinteros, Ariel Holan y Gustavo Poyet, siendo una especie de nexo entre jefes y subordinados; un "jugador" más al que los futbolistas perciben de forma cercana.
De hecho, la mayoría de las instrucciones en el terreno de juego las imparte él. Si bien Paulucci es quien está de pie al borde de la cancha la mayor parte del tiempo, Rubilar se para cuatro o cinco veces para dar instrucciones específicas a los futbolistas, que resultan de un análisis hecho con Rodrigo Valenzuela, el otro colaborador del DT.
Tal es la confianza de Paulucci con Rubilar, que el técnico prácticamente no toma ninguna decisión en solitario. Cualquier cambio de esquema, de jugador o de estrategia es previamente discutido al borde de la cancha entre ambos entrenadores. Luego, el propio ayudante hace la seña para que el futbolista solicitado se acerque para ingresar.

Ordenando la defensa de la UC
En su calidad de exdefensa central, Rubilar mete la mano sin miedo en la defensa de Universidad Católica. Es más, anoche ante el conjunto peruano, se le vio hablando en más de una oportunidad con Branco Ampuero y Nehuén Paz, dándoles instrucciones acerca de cómo debían pararse en la última línea, mientras se gestaban los contragolpes visitantes.
En las prácticas diarias en San Carlos de Apoquindo, las cosas no varían mucho. Rubilar, quien se puso al frente del plantel por primera vez cuando debió esperar a que Poyet terminara su cuarentena, las oficia de líder en el campo de juego, mientras Paulucci ocupa su tiempo en el armado táctico, en probar variantes que, sobre todo en este último tiempo, ha debido practicar para conseguir resultados positivos con urgencia.
Otro aspecto importante en el que destaca el otrora defensor central es en la entrega de apoyo audiovisual. Sus primeras incursiones después de dejar el fútbol profesional estuvieron ligadas a los análisis de videos, antes de comenzar a dar sus primeras instrucciones en Audax Italiano, como ayudante en la época de Pablo Marini.
Ahora, Rubilar espera seguir aportando lo suyo en la consecución de los objetivos trazados por los "Cruzados" para este año. El plantel aspira a conseguir un inédito pentacampeonato y llegar, al menos, a los octavos de final de la Copa Libertadores y, para ello, el ayudante técnico de Paulucci es una pieza fundamental.