La Universidad Católica jugará hoy ante Unión La Calera en un San Carlos de Apoquindo vacío. La ANFP decidió caerle con todo al tetracampeón del fútbol chileno, y no le dejó pasar los últimos episodios de violencia vividos en su estadio, por lo que ahora está condenado a no abrir sus puertas por tres partidos.
En concreto, la UC recibió una fecha sin su gente por la piedra caída ante Deportes La Serena, y dos por los incidentes en el Clásico a Colo Colo, donde se terminó atacando a hinchas infiltrados del "Cacique" en la Tribuna Sergio Livingstone.
Y aunque el club precordillerano apeló sin éxito por la sanción que recibió ante los "papayeros", ya trabaja en su segunda apelación para intentar revertir la medida adoptada por los hechos ante los albos, y todo para tratar de cerrar el recinto de Las Condes con público en sus tribunas, antes de dedicarse a remodelar el estadio y reabrirlo a finales del 2023.
Los descargos de la UC
"Como club, con las herramientas que tenemos, no somos capaces de evitar todos los episodios de violencia (...) Nosotros no compartimos la máxima sanción que recibimos de jugar sin público. He revisado el fallo y no comparto el razonamiento del Tribunal de Disciplina, y así lo haremos saber. Se nos castiga pero diciendo que Católica cumplió prácticamente con todos los protocolos de seguridad. El fallo dice que ese día había 108 guardias y no 110. Eso es lo que nos están achacando", dijo hace unos días Juan Tagle en la presentación de Ariel Holan.
"Como que queda instalado que con dos guardias más se hubieran evitado los hechos de violencia. Pero lo que la ley establece es que cuando se cumplen con todas las medidas de seguridad, no debiese haber sanción", añadió el mandamás "cruzado".
En definitiva, lo que se buscan en Las Condes es dejar sin efecto la resolución adoptada por el Tribunal de Disciplina, o al menos reducirla, y así evitar que el último partido del viejo San Carlos de Apoquindo -ante Deportes Antofagasta el 29 de mayo-, sea sin hinchas locales.