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La Universidad Católica vive el momento más complicado de los últimos cinco años. Eso es un hecho. Lejos de los flashes y los buenos resultados, el actual monarca de la Primera División está en la undécima posición con 22 unidades y en un momento de incertidumbre deportiva. Los de Ariel Holan se encuentran a cinco puntos de ir a la Sudamericana 2023, pero también a solo seis de la zona de descenso. Esto, pese a que la dirigencia encabezada por Juan Tagle sacó la billetera y para la segunda rueda repatrió al estratega argentino, fichó a César Pinares y a Mauricio Isla como pilares de lo que viene hacia el futuro.
Holan, de inmediato, empezó a trabajar y a ver cómo se puede arreglar la situación pensando en la próxima temporada. La resignación del pentacampeonato es lógica, porque el equipo está a 17 unidades de Colo Colo, y pensando en la idea fuerza del club, lo mejor es apuntar hacia el futuro con jugadores como Daniel González y varios elementos de la cantera, para ir renovando las ideas como institución. Estar cerca del descenso, lógicamente, es algo que tiene en alerta a Holan, quien no se hace el desentendido y apuesta más bien a una mejoría sostenida de sus futbolistas, aunque no los esgrime de ninguna responsabilidad.
"Es el número o es el contenido. Siempre dije y me han escuchado decir que estamos todavía con los semáforos amarillos encendidos. Siempre fui realista, ni pesimista ni optimista, y esta es la realidad del equipo. Tenemos aspiraciones de ser un muy buen equipo de fútbol. Esas aspiraciones están intactas. Debemos levantar y corregir errores. Soy el responsable como conductor y los responsables de levantar también su nivel individual son los futbolistas. Todos somos responsables de seguir creciendo como equipo día a día y jugar en un nivel colectivo e individual, que nos permita ser más competitivos", describió Holan.
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La columna vertebral de Holan en la UC para 2023
El proyecto 2023 de la Universidad Católica tiene el cimiento en el cuerpo técnico de Ariel Holan, quien, a su vez, es alguien que se destaca por dar oportunidades a los jugadores de casa. Hay que ver, por ejemplo, si Marcelino Núñez se quedará en el club o partirá a algún elenco del extranjero. Aún están las alertas por si va a España, Inglaterra o Italia. Al menos, sondeos hay en Cruzados, pero nada concreto -de momento- según se enteró En Cancha.
Luego, Matías Dituro extendió su vínculo hasta 2025 y la venta de Sebastián Pérez a algún mercado es el movimiento a realizar en el futuro. Además, a fines de año, Vicente Bernedo debe volver al club tras su paso por Deportes Concepción. En el cuadro lila, el meta es titular indiscutido en la Segunda División y ya suma 13 partidos.
Isla y Pinares firmaron hasta 2024, mientras que Gary Kagelmacher estará hasta 2023. Ahora, el club tiene que apuntar a qué pasará como insignes e históricos jugadores como Germán Lanaro y José Pedro Fuenzalida o cómo manejar algún interés desde el extranjero por Fernando Zampedri. Además, ver si Alexander Aravena puede volver al club, si es que Ñublense no ejecuta la opción de compra y lo mismo por Bruno Barticciotto, quien también es bien visto por el cuerpo técnico de Ariel Holan.