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La falta de volantes pena a la UC y a Ariel Holan, que le ha gritado a los cuatro vientos que necesita uno o dos jugadores más en esa zona de la cancha. Por lo mismo, resulta incomprensible que en San Carlos de Apoquindo no consideren a Felipe Gutiérrez, jugador que hoy encendió las redes con un duro mensaje hacia el club.
"Nos quedaremos corriendo todo el año entonces. Vamos nomás. Para los que no entiendan, me quedo entrenando en un grupo aparte", escribió hoy en su cuenta de Instagram, casi oficializando su calidad de "cortado" en la precordillera.
Ahora el "Pipe" se quedará en Las Condes, como se dice, remándola desde atrás, viendo si por esas cosas del destino es considerado nuevamente en un plantel que ya está extrañado con la situación.
El actual estado de la relación entre el club y Gutiérrez no deja de asombrar, y ahora como nunca cobra sentido la célebre frase que "Del amor al odio hay solo un paso". En marzo del 2021, el mediocampista volvía a San Carlos como un hijo pródigo, donde incluso lo esperaron para que terminara su recuperación de forma satisfactoria antes de presentarlo nuevamente en la institución,
"Católica es una familia que nos identifica por el resto de nuestras vidas. Hay muchos jugadores que siguen representando a los 'Cruzados' a nivel internacional, algo que no cambiará nunca, porque lo que nos inculcan en el club nos marca para el resto de nuestras vidas", dijo feliz cuando selló su retorno a la UC.
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El quiebre entre Felipe Gutiérrez y la UC
Hoy, a dos años de aquel hecho, el cortocircuito es total. Gutiérrez, que incluso se matriculó con un golazo en el partido que le dio el histórico tetracampeonato a los "Cruzados", decidió marcharse a Estados Unidos a mediados del año pasado, cuando el equipo estaba sin rumbo y necesitado de todas sus figuras para enderezar el barco.
El "Pipe" voló de regreso a la MLS (ya había estado entre el 2018 y 2020 defendiendo al Kansas City) para firmar por el Colorado Rapids, donde esperaba que su préstamo pudiera alargarse. No obstante, en el conjunto norteamericano no hicieron muchos esfuerzos por retenerlo y debió volver a la UC, nuevamente con más ganas de partir que de quedarse.
La realidad hoy indica que esa herida está lejos de sanar, y como no se le pudo encontrar un club al oriundo de Quintero -la propuesta de Deportes Copiapó no satisfizo y lo de Peñarol se quedó en un rumor-, a Gutiérrez no le quedó otra que quedarse, intentando convencer a un cuerpo técnico que, por ahora, lo tiene entrenando en un grupo aparte. De todas maneras, el fútbol da muchas vueltas y, quién sabe, más temprano que tarde una charla aclaratoria podría devolver al volante al pelotón de los considerados.