La cosa no está fácil. La burocracia se toma su tiempo en Chile y eso lo están viviendo en carne propia en la Universidad Católica, que espera los vistos buenos para por fin comenzar a utilizar su remozado Claro Arena.
El Plan A, que era llegar con todo listo al duelo con Coquimbo Unido, falló, y ahora todas las fichas están puestas en el B, el compromiso ante Ñublense el próximo 10 de agosto. Eso sí, como muchas veces se dice en el fútbol, hoy la UC no depende de sí misma.
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En Cruzados respondieron las últimas observaciones hechas por la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes y ahora simplemente toca esperar el OK definitivo, esa recepción final que habilite al reducto a albergar mega-eventos con todas los requerimientos correspondientes.
Pero como siempre es bueno tener un as bajo la manga, Católica aprovechó de inscribir el Santa Laura por si la DOM tarda más de lo que esperan en la precordillera. Así, el club queda con la casa de la Unión Española como alternativa para albergar el compromiso ante los Diablos Rojos.
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El Plan C de Católica: finales de agosto
Según informó El Mercurio, en San Carlos de Apoquindo claman por más plazo para decirle a la ANFP y la Delegación Presidencial dónde jugarán ante Ñublense. Y si finalmente la DOM no da el visto bueno definitivo, la ilusión de los Cruzados deberá moverse para la Fecha 21 del Campeonato Nacional.
En aquella jornada fijada -en principio- para jugarse el fin de semana del 24 de agosto, el equipo de Daniel Garnero recibe a la Unión Española, en un choque considerado clásico en le vereda de los de Independencia.
Por lo pronto, el equipo afina detalles para volver a presentarse por la Liga de Primera este sábado 2 de agosto ante Deportes Iquique, a contar de las 17:30 horas en el Tierra de Campeones.
