Daniel Garnero ha sabido hacer maravillas en la Universidad Católica. El técnico argentino enderezó el barco de Tiago Nunes, destituido por malos resultados, y mal no le ha ido: 5 triunfos, 3 empates y solo 1 derrota.
Además, ha comenzado a hacer algo que alaban todos los años en la UC: darle tiraje a la cantera. El exadiestrador de Olimpia, de hecho, sorprendió a todos al confiar en dos juveniles casi desconocidos para los hinchas en el último triunfo ante Deportes Limache: José Salas e Ignacio Pérez.
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El primero, lateral izquierdo; el segundo, central (y a veces volante defensivo). Ambos, eso sí, con la energía de la nueva camada. Salas tiene apenas 17 años, mientras que Pérez ya ostenta 19 primaveras.
Ya lo había advertido Garnero cuando se puso el buzo de la UC: “Sudamérica necesita de jugadores jóvenes. En mi último equipo en Paraguay vendieron a Julio Enciso, Enzo González y Diego Gómez. La formación de jugadores es esencial. Está en el juvenil ganarse esos lugares. Van a tener posibilidades, pero individualmente tienen que hacer ese esfuerzo para ganarse un lugar en Primera”.
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Salas y Pérez, las nuevas promesas de la UC
Si bien ambos futbolistas fueron estelares contra Limache por circunstancias especiales (las ausencias de Branco Ampuero y Eugenio Mena), cumplieron con creces.
Según información de En Cancha, Pérez estuvo a un paso de partir al fútbol español, pero antes de seguir con sus trámites de extranjería, en el club decidieron hacer de todo para que se quedara, y conversaciones con Garnero y también José María Buljubasich, gerente deportivo de la institución, fueron claves para convencerlo de que era conveniente que se consolidara en San Carlos de Apoquindo.
Salas, por su parte, recibió la confianza hace poquito, el 11 de septiembre pasado, cuando la UC le hizo contrato profesional, ratificando que lo ve como una de las promesas del mañana en el cuadro cruzado.
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Dependerá exclusivamente de Garnero ver si, a 8 partidos de que Católica le baje el telón a la temporada, conviene renovar con otras caras la última línea del equipo.