Polémica causó hace algunas semanas una denuncia contra el Claro Arena, el remozado estadio de la Universidad Católica, que este jueves vivirá su tercer partido oficial por el Campeonato Nacional 2025.
Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, pidió explicaciones en la Municipalidad de Las Condes luego de que se le diera la recepción final al reducto pese a que no cuenta con la aplicación de pinturas intumescentes en las estructuras de acero exigidas por la ley.
Y pese a que la UC adujo cumplir con las normas internacionales para combatir incendios (producto Fire Control de la empresa Sherwin Williams), y que serían homologables a la ley chilena, Herman de todos modos acudió a Contraloría para hacer la denuncia correspondiente. Y ahora, en conversación con En Cancha, actualiza la información.
“Lo primero que quiero dejar claro es que el estadio lo encuentro espectacular, fantástico, top. No lo conozco, pero por lo que he visto en la prensa y en los canales de televisión, es precioso”, comienza diciendo.
“El problema es que, lamentablemente, tanto los profesionales privados como los municipales que intervinieron en la tramitación de los permisos y en el análisis de documentos, todos se equivocaron. Todos”, añade.
-¿Por qué lo dice?
-Es que la legislación en el último año ha cambiado mucho. Muchos empresarios hoy hablan de la “permisología”, porque claro, la cosa hoy es muy distinta a como era, por ejemplo, veinte años atrás, cuando era todo más fácil. No habían leyes prácticamente, era llegar y abrazarse. Hoy, en cambio, no solo en Chile, sino que en todo el mundo, hay respeto por la ley y esa ley, por supuesto, se ha ido mejorando y adaptando a los nuevos problemas de nuestra sociedad. Todos los arquitectos, constructores, economistas y los funcionarios municipales no sabían que las pinturas que se deben colocar en los aceros son las que tienen ciertas características para resguardar la vida de la gente pensando en un amago de incendio. Ese es el tema.
-Por eso hizo la denuncia...
-Sí, porque yo sé de estas cosas. Le dije a la directora de obra (Rocío Crisosto) que estaba mal otorgada la recepción final, no el permiso.
-¿Hubo respuesta?
-Sí, pero fue una explicación bien insulsa, que no tenía ningún valor. En vista de eso, yo tuve que acudir a Contraloría y ahora estoy esperando cómo proceden allí. Se demoran harto eso sí, eso lo tengo claro.
-Causó revuelo su denuncia porque el mundo del fútbol es más mediático y el estadio es el de la Universidad Católica, uno de los grandes del país.
-Pero este tema de las pinturas intumescentes se produce en todo el país, en todos los edificios de uso público. Claro, para construir una vivienda no se exige, pero en todas aquellas edificaciones de gran magnitud, de alto impacto, de alta carga de ocupación, para ser más preciso, sí. El pecado del Claro Arena es uno de los miles que se han cometido en todo Chile, pero claro, yo no puedo andar denunciando mil veces. Me tuve que concentrar en uno solamente. No tengo tanto tiempo. Con el estadio de San Antonio, que aún no se entrega, pasó lo mismo. En varias cárceles igual. Yo aquí hago responsable a la alcaldesa de Las Condes (Catalina San Martín). Es ella quien tiene que dar explicaciones.
-¿Qué esperaría que ocurriese? ¿Una clausura temporal del Claro Arena?
-No, para nada. Mira, yo le dije a la contralora que en vista que el estadio es fantástico y todos cometemos errores, sí, procede una clausura, pero hay muchos compromisos que lo hacen inviable. Yo creo que lo más prudente es exigirle al municipio de Las Condes que en un plazo de, no sé, 6 a 8 meses, obligue a la colocación de las pinturas. Es más, yo creo que esa será la resolución de la Contraloría.
-No es nada suyo contra el Claro Arena o la UC...
-No, en absoluto. Para nada. Es más, tengo muchos amigos que son socios de la Universidad Católica y les he dicho exactamente lo mismo. ¿Cómo se te ocurre que le pueda tener mala al estadio? Tendría que estar loco.