
Universidad Católica planifica con todo la temporada 2026. Tras un año marcado por cambios en el Claro Arena comienzan a definirse prioridades. Y en ese escenario, uno de los nombres que pasó de pieza útil a incógnita es el de Tomás Asta‑Buruaga.
Durante la temporada 2025, Asta-Buruaga terminó cumpliendo un rol que no estaba originalmente en su libreto. Central de formación, fue utilizado de manera recurrente como lateral derecho, respondiendo a necesidades del plantel.
Su rendimiento fue más que correcto, aportando solvencia defensiva y continuidad, pero el contexto cambió de forma drástica en los últimos días.
Las razones que hacen dudar a la UC
La primera señal llegó con la incorporación de Bernardo Cerezo, uno de los refuerzos confirmados del mercado cruzado. Su arribo apunta directamente a fortalecer el carril derecho, una zona que la UC decidió cubrir con un especialista.
A eso se suma un segundo factor igual de relevante: la recuperación de Sebastián Arancibia, quien si bien todavía necesita un par de meses para volver a competir, es considerado internamente como el dueño del puesto de cara al 2026.
Lee tambiénDel más fácil al más difícil: los grupos que aguardan a la UC en la Copa Libertadores 2026Con Cerezo ya disponible y Arancibia cerca del regreso, la plaza de lateral derecho queda prácticamente cubierta. Y ahí es donde el panorama de Asta-Buruaga comienza a estrecharse.
Como central, hoy no aparece entre las primeras opciones; como lateral, la UC ya resolvió el déficit que tuvo durante buena parte del año. La consecuencia es directa: su continuidad deja de ser prioritaria en términos deportivos.

La condición para la renovación de Tomás Asta-Buruaga
Eso no significa que el club haya cerrado la puerta. En Cruzados existe voluntad de renovar, pero bajo nuevas condiciones.
La distancia es económica: la UC no está dispuesta a mantener el mismo salario en un contexto donde el jugador pasaría a cumplir un rol secundario. La propuesta es extender el vínculo, sí, pero con una rebaja que hasta ahora no ha logrado destrabar la negociación.
En paralelo, el mercado también juega su partido. Asta-Buruaga termina contrato y sabe que su situación genera interés en otros clubes del medio local e intencional, lo que le permite negociar con margen.
Por ahora, nada definido. Lo cierto es que el jugador que jugó un rol fundamental para Daniel Garnero este 2025, no es prioridad para Universidad Católica de cara a la próxima temporada.







