En Universidad de Chile no quieren saber nada con la ANFP ni con Universidad Católica. En el cuadro laico están indignados con la postura que tuvieron los directores de Quilín en la votación para determinar el proceder tras la suspensión del partido jugado el pasado miércoles, tras los incidentes que terminaron con el golero Martín Parra siendo trasladado en ambulancia, luego de sufrir un trauma acústico, tras los petardos lanzados desde la barra cruzada que cayeron en sus cercanías.
Apenas fue suspendido el partido, en una actitud que hasta acá no se le había visto, el presidente de Azul Azul, Michael Clark, habló en el estadio y lanzó sus dardos contra Pablo Milad, esto aún sin conocerse que el directorio de la Federación de Fútbol Chile determinaría que el partido debía jugarse, algo a lo que siempre se opuso el cuadro azul.
Y ya con la decisión tomada, el empresario aseguró que “es un día triste, nuevamente la violencia ganó. Desde la directiva por Pablo Milad, por cálculos políticos electorales, se toma una decisión que no es la correcta".
La U es opositora a la gestión de Pablo Milad y promueve un cambio
Independiente de lo ocurrido en Valparaíso y la posterior decisión de reanudar los 85 minutos restantes de partido, la relación entre la U y el directorio de la ANFP no es de las mejores. De acuerdo a información que maneja En Cancha, la U es uno de los clubes que promueve la salida de Pablo Milad.
En la U consideran que han tenido poco apoyo de parte de la actual directiva de la ANFP, especialmente en los casos en que los azules han tenido problemas con la localía. Esto es desmentido desde Quilín, donde sostienen que "se les ha prestado toda la ayuda posible. Incluso, cuando ellos no han podido encontrar estadio, nosotros hemos hecho varias gestiones".
La mala relación entre las partes quedó también patente con un posteo de la directora de Azul Azul, Cecilia Pérez, en relación a la disparidad de criterios para suspender los partidos en el fútbol femenino.
“Nos hubiese gustado recibir el mismo trato con que la propia ANFP sí aceptó aplazar el duelo entre Universidad Católica y Colo-Colo a petición de los cruzados. ¿Qué significa esto? Mientras que la UC no juega, nuestras Leonas deben regresar desde Concepción en bus y arribar a Santiago a las 3 Am, pese a que varias de nuestras jugadoras viajan el domingo con la selección”, expresó en Twitter la exautoridad del Gobierno de Sebastián Piñera.
Otra vez la ANFP beneficia a la UC. @udechile elevó el martes una solicitud para adelantar la hora del partido de nuestro equipo @udechilefem ante Fernández Vial (17.00) y recibimos un rotundo NO como respuesta. (1/5)
— Cecilia Pérez Jara (@ceciperez1) September 29, 2022
¿La U podría no presentarse a jugar la revancha contra Universidad Católica?
Es tal la molestia que existe contra el ente rector del fútbol chileno que hasta el mismo plantel azul salió ayer a recriminar la decisión de volver a jugar en una declaración pública leída por el capitán, Felipe Seymour.
“Nos preocupa la manera en que se llegó a la definición. El presidente de la ANFA, Justo Álvarez, reconoció que los tres votos de su asociación fueron para expulsión del equipo anfitrión del partido en Valparaíso. Después de escucharlo, y tras saber que los cuatro votos contrarios provienen de la ANFP, nos preguntamos si los argumentos fueron deportivos o políticos, en periodo de elecciones en Quilín”, fue parte de lo expresado por los futbolistas azules.
Y es que al interior del plantel se alzaron voces para pedir, internamente, que el partido no se jugara y que en caso de que finalmente se decidiera disputarlo, como finalmente ocurrió, sencillamente, no presentarse, generando un golpe mediático y una medida de presión.
Cabe señalar, además, que los jugadores consideran que este duelo es un verdadero problema en el calendario, ya que se tendría que jugar en medios de las cinco finales que restan para salir de la zona de descenso. En Quilín proyectan que el partido podría llevarse a cabo el 12 de octubre.
Y si bien, incluso algunos directivos han explorado las opciones legales de no jugar, finalmente primaría la chance de sí entrar a la cancha, esto debido a las sanciones deportivas (derrota 0-3) y económicas que deberían enfrentar, las que serían superiores a los 35 millones de pesos.
Lo cierto es que el equipo jugará, pero no se descarta que, dependiendo de la posición en que esté la U al momento en que se tenga que enfrentar a los Cruzados, podría realizar algunos cambios, apenas iniciado el encuentro, ya que deben presentarse los mismos futbolistas que estaban al momento de la suspensión.
Otra cosa, es la molestia con Universidad Católica, club que señalan, protege a Pablo Milad y lo sostiene para que pueda seguir al mando de la ANFP, siendo Juan Tagle uno de sus bastiones. Las relaciones están rotas entre los clubes, aunque en el CDA entienden que en algún momento deberán sentarse a conversar sobre todo lo ocurrido en un nuevo hecho que averguenza al fútbol chileno.
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