La razón detrás del quiebre del camarín de la U que terminó con Diego López despedido

Universidad de Chile confirmó en horas de esta mañana la destitución de Diego López de la banca de la U. De la misma forma, anunciaron oficialmente que será Sebastián Miranda quien tome las riendas del equipo tras la salida del uruguayo, y además se transformará en el encargado de mantener al club en Primera División.

El uruguayo dejó el país acompañado de magros resultados y una pésima estadística que terminó por hundir aún más al equipo, sin embargo, ese no fue el único motivo que terminó por alejar a Diego López del Centro Deportivo Azul, o al menos del plantel de Universidad de Chile.

Hace semanas que los jugadores comenzaron a distanciarse del técnico. Las razones recaen principalmente en las contradictorias señales y decisiones que tomaba López en torno a sistemas tácticos y continuidad de ciertos jugadores que por momentos eran "cortados" de manera sorpresiva de la disciplina del "charrúa". La situación cada vez se fue convirtiendo en más difícil de llevar y en síntesis, le dejaron de creer.

La gota que rebalsó el vaso fue cuando la novia del capitán Felipe Seymour, Juli Zeitune, salió a comentar esta situación en medio de un panel televisivo. La polémica se generó y rápidamente el capitán azul salió a dar una conferencia de prensa para alejar los rumores de un presunto quiebre en el camarín pidiendo disculpas al cuerpo técnico.  

El conflicto López-Seymour: el punto de quiebre

La situación no quedó zanjada ahí, ya que Diego López no quedó conforme con las disculpas expresadas por el líder del plantel, es más, el uruguayo dejó el país creyendo que fue el mismo Seymour quien filtró esta información para desestabilizar su periodo al mando del equipo.

Por otro lado, la situación no pasó inadvertida para el resto del plantel, quienes vieron con cierta desconfianza la cantidad de decisiones extrañas que tomó el oriental en sus últimas horas al mando de los laicos, sobre todo cuando hizo viajar en la lista de concentrados a Seymour y posteriormente no lo incluyó ni siquiera en la banca en su último duelo ante Coquimbo Unido.

Sin lugar a dudas el conflicto abrió aún más una herida entre el técnico y sus dirigidos que no terminó por cicatrizar nunca. Para colmo, las únicas víctimas terminaron siendo los hinchas quienes tienen que ver como el equipo se hunde cada vez más en la tabla de posiciones y se acerca peligrosamente a la Primera B. 

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