Hace más de 11 años, Universidad de Chile le ponía broche de oro a su año más exitoso, consagrándose como campeón de la Copa Sudamericana 2011, título que hasta ahora es el trofeo más importante en las vitrinas azules. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, y pese a la huella que dejó ese plantel, algo pasó en el camino, que terminó rompiendo la relación de la hinchada con su más exitoso grupo de futbolistas.
Tras cosechar la Sudamericana y el Clausura 2011, la primera gran venta fue la de Eduardo Vargas al Napoli. Ovacionado por el Estadio Nacional completo, Vargas se marchó, no sin antes prometer que volvería al club que tiene tatuado en la piel.
Meses más tarde lo seguiría Marcelo Díaz, pieza fundamental del equipo, con destino al fútbol suizo. Sucesivamente se marcharon Jorge Sampaoli, Eugenio Mena, Matías Rodríguez y finalmente Charles Aránguiz. Todos eran una pieza clave del equipo, queridos por los hinchas, y aseguraron que un día volverían a vestir la camiseta azul.
Hasta ahora, solo Rodríguez cumplió, y volvió para gritar campeón en el Torneo Clasura 2017, además de marcharse como capitán de la institución en 2021. Del resto, solo rumores, y pese a que algunos han retornado al país, por distintos motivos su destino ha sido otro.
La última esperanza de la U
Del grupo mencionado, en el extranjero solo quedan dos jugadores: Charles Aránguiz y Eduardo Vargas. Dos de los más queridos y defendidos por la hinchada, sobre todo tras ser elementos claves en la “Generación Dorada” de La Roja. Al hincha de la U, hasta ahora, se le infla el pecho de orgullo cada vez que uno consigue algún logro en el extranjero.
El suspenso aumenta ante un eventual regreso. Charles Aránguiz ya tiene todo listo para incorporarse a las filas del Internacional de Porto Alegre hasta finales del 2025, es decir, quedará libre recién cuando tenga 36 años, algo que ya se contradice con lo que señaló en algún momento: “Quiero volver, pero quiero volver bien (...) para ganar cosas importantes, no quiero tener un rendimiento menor al que ya tuve”.
El caso de Vargas también es extraño. El jugador no logró regularidad en el fútbol europeo como si lo hizo Aránguiz, y hace rato que divaga entre la suplencia y la titularidad en el fútbol brasileño. Al contrario de sus compañeros, no parece tan entusiasmado ante un eventual retorno, y hace unos años señaló que “todavía no es momento”.
El fallido retorno de “Carepato” y el “Keno”
A diferencia de sus excompañeros, Marcelo Díaz y Eugenio Mena sí retornaron a Chile, aunque de forma polémica no a Universidad de Chile. El caso de Díaz es de conocimiento público, pues las acusaciones cruzadas entre él y la dirigencia del club dejaron en claro que pese a que ambas partes tuvieron interés en conseguir el retorno en algún momento, nunca coincidieron, y el jugador ahora destaca en Audax Italiano.
El caso de Mena es distinto, ya que según declaraciones del gerente deportivo de los azules, sí buscaron el retorno del viñamarino, sin embargo, él optó por las condiciones ofrecidas por el clásico rival, Universidad Católica.
La fanaticada laica no ha quedado para nada contenta con ninguna de las partes. Grupos de hinchas recriminan a la dirigencia, otros a jugadores como Mena o Díaz, incluso a Mauricio Isla, que pese a que nunca vistió la camiseta estudiantil, siempre prometió “cumplir con el sueño” de jugar en la U. Lo cierto es que algo ha fallado, y los mayores perjudicados han sido los esperenzados forofos que sueñan con ver a sus referentes de vuelta. Algo que tal vez ya no se de más.