Uno de los temas, de muchos, que deberá encargarse la dirigencia de Universidad de Chile será la renovación de su máxima figura. Un tema no menor y que seguramente no será tan fácil es la continuidad de Charles Aránguiz, quien a fin de temporada termina su contrato.
Los hinchas de la U se desviven por el Príncipe y esperan que continúe la próxima temporada, al menos, en el conjunto azul. De lo contrario, el mundo azul entraría en cólera de no poder ver con la camiseta azul al oriundo de Puente Alto.
La dirigencia de la U está confiada que las conversaciones con Aránguiz van por buen camino, aunque reconocen que existe una conversación con el jugador.
El gerente deportivo de Azul Azul, Manuel Mayo, indicó sobre el caso de Aránguiz: “Tenemos que hablar y ver qué quiere hacer él. Tiene renovación por minutos que está pronta a cumplirse, así que no habría problema con eso. Contractualmente, se habló de 2026 desde un principio cuando se firmó. Ya hay algo primeramente pactado y habría que hablar con él”.
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La conversación entre la U y Charles será más larga de lo esperado
Mientras en la regencia de la concesionaria están confiados, esa conversación pendiente que tienen con Charles puede ser más larga de lo que esperan y les puede provocar más que un dolor de cabeza. Y si termina este 2025 con el nivel exhibido hasta ahora, la hinchada no le perdonaría dejar partir a su estrella.
En el entorno del jugador advierten que las negociaciones serán diferentes que cuando llegó. Muchos aseguran que Charles seguirá, pero hay cosas que deben resolver e incluso a negociar.
El Príncipe, pese a las condiciones que le impusieron en la U, aceptó volver a vestir la casaquilla del Chuncho por un compromiso familiar. “Era una promesa que tenía y aceptó una serie de cláusulas”, cuentan los que conocen los términos del contrato del jugador con el club.
Cuentan, desde el Centro Deportivo Azul, que el tratamiento que tuvo Charles al principio de las conversaciones en 2024 no fue muy diferente a las que tuvieron con Eduardo Vargas. “Llegó aceptando una serie de cláusulas, como minutos disputados y un sinfín de otras condiciones”, agregan. En Cancha, además, averiguó que el ex volante del Bayer Leverkusen recibe $30 millones cada 30 días.
Mientras el jugador está concentrado en la segunda parte del año y en poder conquistar el campeonato nacional y avanzar en la Copa Sudamericana, se prevé que no estaría dispuesto a tener las mismas condiciones en el club, lo que podría convertirse en otro dolor de cabeza para la U porque, de no satisfacer los deseos del jugador, arriesga que en 2026 lo vea defendiendo otra camiseta.