La evidencia que condena a Independiente por el desastre de Avellaneda

Los deleznables sucesos que empañaron el partido que el miércoles sostenían Independiente de Avalleneda y Universidad de Chile, por los octavos de final de la Copa Sudamericana, siguen convulsionando a todo el continente.

Con el foco puesto principalmente en el lado humano, también hay muchas otras aristas por resolver. ¿Qué pasará con la llave? ¿Quedarán los dos equipos eliminados? ¿Avanzará la U? ¿A quién determinarán como responsable de lo que pasó? Todas interrogantes válidas y cuya respuesta está hoy en manos de la Conmebol.

Y mientras el presidente del cuadro argentino, Néstor Grindetti, responsable de una de las declaraciones más miserables de las que se tenga memoria, tomó el primer avión disponible a Asunción para ir a sobarle el lomo a la Confederación, todo apunta a que el Rojo tiene una pista muy pesada.

Salvo que prime la desfachatez, es ese club el que cargará con las mayores culpas por no haber estado a la altura de la organización de un partido internacional.

De hecho, aparecen más evidencias que condenan a Independiente. La TV argentina mostró documentos que confirman que los de Avellaneda hicieron caso omiso a todas las recomendaciones de seguridad que se le hicieron antes del partido. Los argentinos ignoraron todo, y eso que habían directrices específicas sobre cómo manejar el sector del estadio donde se produjo la barbarie.

En DSports, los panelistas mostraron todas las sugerencias de seguridad que se realizaron en la reunión de coordinación previa al compromiso, las que fueron pasadas por alto por el organizador.

El problema de la ubicación de la barra de la U (en una bandeja sobre hinchas rojos) fue advertido y se recomendaron medidas para prevenir desmanes. En un principio los asistentes a la reunión plantearon la conveniencia de que la tribuna inferior estuviera vacía, sin embargo Independiente planteó la imposibilidad de hacer eso, debido a que esas localidades ya se encontraban vendidas.

Llegaron, entonces, las recomendaciones. El documento revelado en el programa especifica: “Como medida preventiva, se dispuso que en la tribuna visitante se ubique personal de la Policía y de la seguridad privada, para evitar que los hinchas visitantes arrojen elementos”. A eso, Independiente hizo caso omiso.

Ni la Policía Bonaerense, ni personal de seguridad apareció en la tribuna visitante del Estadio Libertadores de América, pese que el defecto de seguridad había sido detectado.

Para el partido Independiente vs. Universidad de Chile se dispuso un dispotivo de seguridad compuesto por 650 efectivos, en un desglose de 14 representantes de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires), 45 policías operativos, 12 bomberos efectivos, 150 guardias de seguridad privada y 330 funcionarios en los controles de acceso.

¿Sirvió de algo? Para nada. La policia y la seguridad privada, pese a las recomendaciones, no apareció en la tribuna de Universidad de Chile.