Universidad de Chile vivía una de sus etapas más convulsionadas cuando Alfredo Arias asumió la banca en 2019. El uruguayo llegó con la ilusión de cumplir un sueño personal, pero rápidamente se encontró con una institución golpeada por la inestabilidad y la tensión en la dirigencia.
En conversación con En Cancha Prime, el hoy entrenador de Junior de Barranquilla admitió sin rodeos cuál fue su mayor equivocación: “A la semana tuve que renunciar”.
La confesión de Alfredo Arias
El técnico explicó que su arribo estuvo marcado por la polémica salida de Frank Darío Kudelka. “Me llamaron diciendo que había renunciado, pero cuando llegué todavía estaba trabajando”, apuntó.
“Yo dije que me volvía a Uruguay hasta que se resolviera, pero insistieron en que debía dirigir porque el plantel no quería un interinato. Contra mi intuición, acepté. Ese fue el error”, señaló.
El golpe definitivo llegó tras su primer partido, cuando Carlos Heller, el presidente de Azul Azul en ese entonces, le comunicó que dejaba el cargo por las amenazas que recibía.
“A la semana tuve que renunciar. Me quedé sin el dirigente que me trajo. Debí haberme ido ahí mismo”, reconoció Arias.

Una etapa complicada para la u
Desde lo futbolístico, Arias aseguró que el plantel respondió, aunque las circunstancias jugaron en contra. “Era un buen equipo, con compromiso total, pero nos faltaba gol y solidez. Hubo triunfos importantes y clasificamos en Copa Chile, aunque dos empates en la hora con Audax y Palestino nos condenaron”.
Para Arias, el problema fue principalmente institucional. “Los equipos funcionan de arriba hacia abajo. En la U nos quedamos sin presidente y no había una voz clara. Ese fue el error fundamental, no la pelea por descenso o el plantel”.
Pese a todo, el uruguayo rescata un aspecto que marcó su estadía en el CDA: el apoyo incondicional de la hinchada. “Aunque protesten, siempre están. Esa fidelidad es única y yo la sentí muy de cerca”, concluyó.