Universidad de Chile vive días complejos tanto dentro como fuera de la cancha. El equipo de Gustavo Álvarez viene de perder el Superclásico en el Estadio Monumental, un resultado que frenó sus aspiraciones en el Campeonato Nacional y golpeó anímicamente al plantel.
A ello se sumó la comparecencia del club este martes en la audiencia convocada por la Conmebol tras los incidentes ocurridos en Avellaneda frente a Independiente, que aún mantienen en vilo la participación del club en la Copa Sudamericana.
En ese contexto turbulento apareció un nuevo foco de conflicto: la postura dirigencial de disputar la Supercopa ante Colo Colo con un equipo alternativo compuesto mayoritariamente por juveniles si la ANFP no posterga el partido.
Álvarez no comparte la decisión de la U
Según información de En Cancha, esa decisión no cuenta con el respaldo del entrenador Gustavo Álvarez. El técnico argentino no ve con buenos ojos la idea de encarar un título oficial con un plantel alternativo, pese a comprender que la medida apunta a presionar a la ANFP.
De hecho, Álvarez comparte que el choque de la Supercopa fijada para el 14 de septiembre podría cruzarse con los hipotéticos cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Alianza Lima apenas cuatro días después.
Para Álvarez, la Supercopa merece el mismo respeto que cualquier otro trofeo oficial del fútbol chileno. Su postura apunta a que no corresponde restarle importancia a un duelo de esa envergadura.
Desde su mirada, la U no debería renunciar a competir de lleno en un título, más allá de las dificultades logísticas y del cansancio acumulado por la doble competencia local e internacional.
Álvarez no quiere sacrificar a los más jóvenes
Otro de los puntos que inquieta al estratega es la exposición que tendrían los jugadores juveniles si se concreta la medida.
El DT estima que colocarlos en un escenario como un Superclásico definitorio podría transformarse en un riesgo mayor, con la posibilidad incluso de una derrota abultada que marcaría negativamente a los jóvenes del club.
Mientras tanto, la dirigencia de Azul Azul mantiene su postura de ejercer presión para conseguir la reprogramación del partido, argumentando que el calendario es injusto y que el cruce internacional con Alianza Lima debe tener prioridad.
Para ello, primero los laicos deberán recibir la clasificación por parte del Comité Disciplinario de la Conmebol para luego tomar una decisión definitiva respecto al duelo programado para el próximo fin de semana.
