Luego de semanas de espera, este jueves la Conmebol dio a conocer la sanción que recibió Universidad de Chile tras la barbarie sufrida ante Independiente en Avellaneda.
Aunque la resolución de Conmebol dejó en buen pie en materia deportiva a Universidad de Chile, la medida que obliga al equipo a disputar siete partidos de local a puertas cerradas inquieta en el CDA, pues no solo tendrá un impacto deportivo, sino también económico.
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El golpe económico que puede sufrir la U
Según información de En Cancha, el club ha recaudado cerca de 800 millones de pesos chilenos por encuentro en concepto de venta de entradas en los torneos internacionales, cifra a la que se descuentan aproximadamente 150 millones de pesos por arriendo del estadio y medidas de seguridad exigidas por las autoridades.
De esta manera, el ingreso neto por cada partido de local ronda los 650 millones de pesos, lo que proyectado a los siete encuentros sancionados representa una pérdida de 4.550 millones de pesos. Al valor actual del dólar, esto equivale a casi 4,8 millones de dólares que el club dejará de percibir por concepto de borderó.
Si revisamos las cifras totales, los azules perderán 5.600 millones de pesos en total, lo que se traduce en 5,3 millones de dólares menos para las arcas de Universidad de Chile por entradas.
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Un golpe mayor que los premios internacionales
El castigo golpea de lleno las proyecciones financieras de Azul Azul. Para dimensionarlo, si la U clasificara como Chile 2 a la Copa Libertadores 2026, el premio base que entrega la Conmebol es cercano a los 3 millones de dólares.
Es decir, solo por no tener público en los siete duelos de local, el club perderá un monto superior al que recibiría por clasificar directamente a la fase de grupos del máximo torneo continental.
En un ejercicio especulativo, si la sanción se mantuviera íntegra, la U podría disputar sin público desde la fase inicial de la Copa Sudamericana o Libertadores de 2026, extendiéndose incluso hasta instancias decisivas como los cuartos de final.
La vía de apelación
El directorio de Azul Azul ya adelantó que presentará un recurso ante la Comisión de Apelaciones de la Conmebol. Según el fallo, tanto Independiente como Universidad de Chile tienen un plazo de siete días corridos para recurrir, abonando una cuota de USD 3.000.
La postura azul es clara: no apelarán al castigo como visitantes, pero sí al de local, argumentando que la sanción resulta desproporcionada y afecta directamente al club y a su hinchada, que este año había mostrado un “comportamiento ejemplar” en el Estadio Nacional.
Con ello, Universidad de Chile buscará al menos reducir el número de encuentros sin público, ya que pese a la resolución favorable en lo deportivo, el golpe económico es considerable.