
Michael Clark, presidente de Azul Azul, sorprendió al anunciar que Universidad de Chile ejerció la opción de compra del pase de Javier Altamirano, quien estaba a préstamo desde Estudiantes de La Plata.
La U desembolsó cerca de un millón y medio de dólares para asegurar al mediocampista, que firmó contrato hasta fines de 2028. Con esta decisión, en La Cisterna ya dieron el primer paso en la planificación del mercado de fichajes de verano y la conformación del plantel para 2026.
Sin embargo, todavía restan dos decisiones claves sobre otros jugadores que actualmente están a préstamo en el club.

Lucas Di Yorio, la primera incógnita en la U
El delantero argentino llegó cedido desde Atlético Paranaense, y para quedarse con él, Universidad de Chile debería pagar 1.5 millones de dólares.
Hoy, su continuidad se ve lejana, ya que el monto supera la valoración que el club le asigna. Pese a ello, Di Yorio ha sido uno de los delanteros más utilizados en el año, transformándose en titular en la mayoría de los partidos.

Rodrigo Contreras, cada vez más lejos de la U
El caso de Rodrigo Contreras parece definido. El atacante pertenece a Deportes Antofagasta y la opción de compra asciende a 1 millón de dólares, cifra que en Azul Azul ya descartaron pagar.
Su rendimiento no convenció a Gustavo Álvarez, quien lo relegó al banco de suplentes durante gran parte de la temporada.
A diferencia de los otros casos, Javier Altamirano se consolidó como pieza clave en el mediocampo. Su nivel sostenido y su rol de titular indiscutido bajo la dirección de Álvarez justifican la inversión realizada por Universidad de Chile.
En cuanto a números, Lucas Di Yorio registra 32 partidos jugados, nueve goles y una asistencia en 2025, mientras que Rodrigo Contreras suma 34 encuentros, nueve goles y dos asistencias.