
Universidad de Chile cosechó un amargo empate este fin de semana ante La Serena que lo dejó sin opciones en la lucha por el título del Campeonato Nacional y, al mismo tiempo, abrió un inesperado debate interno.
La decisión de Gustavo Álvarez de alinear un equipo alternativo sorprendió a la dirigencia, justo cuando el torneo entra en receso y el plantel tendrá vacaciones durante la semana.
Gustavo Álvarez sorprendió a todos
Según fuentes de En Cancha, en la cúpula mayor de Azul Azul no existe intervención en las determinaciones deportivas del cuerpo técnico, ya que respetan plenamente la autonomía del entrenador.
Sin embargo, reconocen que la medida fue inesperada, principalmente porque el gran objetivo que persigue la U en paralelo a la Copa Sudamericana es asegurar la clasificación directa a la próxima Libertadores, algo que se complicó tras resignar puntos en La Portada.
Pese a lo sorpresivo de la determinación, la dirigencia mantiene su apoyo al proceso que lidera Álvarez.

El argentino no solo ha instalado al equipo en semifinales internacionales después de más de una década, sino que también ha conseguido dar estabilidad en unos años marcado por la alta exigencia.

La U se prepara
Ahora, las miradas están puestas en lo que pasará después del receso. Con el plantel de vacaciones hasta el próximo lunes 6 de octubre, la U comenzará a preparar un calendario apretado y decisivo.
Primero enfrentará a Palestino en el torneo local, luego vivirá la ida con Lanús por la Sudamericana, y en medio de esa serie está programado el Clásico Universitario.
Un mes que pondrá a prueba la apuesta del entrenador y que será clave para determinar si la estrategia de priorizar lo internacional se justifica en los resultados.