
Universidad de Chile vive un mes de definiciones. Uno de los responsables de la campaña internacional que tiene al equipo en semifinales de Copa Sudamericana, Gustavo Álvarez, enfrenta un momento de desgaste en su relación con la dirigencia de Azul Azul.
Aunque el plantel respalda su trabajo y los resultados avalan su proceso, al interior del CDA se habla de un vínculo cada vez más debilitado.
La molestia del DT de la U
El técnico argentino no ha ocultado su incomodidad con decisiones administrativas que han impactado directamente en el plantel.
Una de las más evidentes fue la frustrada llegada de Eduardo Vargas, delantero que Álvarez pidió públicamente en conferencia de prensa y que nunca arribó al club. Ese episodio marcó un antes y un después en su relación con la plana directiva.
A ello se suman detalles logísticos que el DT considera poco acordes al nivel competitivo que busca instalar en la U.

Los viajes en vuelos comerciales durante la Copa Sudamericana y algunos desplazamientos internos en el Campeonato Nacional han generado malestar en el cuerpo técnico, que esperaba mayores facilidades para enfrentar compromisos de alta exigencia.

La difícil posible salida de Gustavo Álvarez
El otro punto sensible pasa por lo contractual. A diferencia de su paso por Huachipato, donde contaba con una cláusula de salida que le permitió negociar directamente con la U, hoy la situación es distinta.
Si Álvarez quisiera emigrar, ya sea por interés de alguna selección o club extranjero, cualquier negociación debería pasar por Azul Azul primero, puesto que cuenta con contrato hasta diciembre de 2026.
Por su parte, desde la concesionaria, por ahora, no tienen en carpeta una desvinculación o salida del DT, lo que transforma cualquier gestión en un escenario complejo.
En la interna del CDA hay consenso en que los resultados mandan, y mientras la U siga peleando en el plano internacional, el respaldo deportivo estará. Sin embargo, la relación desgastada y las diferencias acumuladas mantienen abierto el interrogante sobre el futuro de Gustavo Álvarez.