
Este receso por el Mundial Sub 20, se podría decir, le cayó bien a Universidad de Chile. Como el único equipo nacional que sigue compitiendo en el plano internacional, los azules llegaron al parón necesitando un descanso de cara a la recta final de la temporada.
De hecho, el DT Gustavo Álvarez decidió que para su último compromiso la mayoría de sus estelares descansara, dejándolos en la banca en el empate ante Deportes La Serena que no hizo más que alejarlo de la lucha por el título y, además, complicarle sus chances de clasificar a copas internacionales para 2026.
Pero hubo dos que no tuvieron reposo, sino que sencillamente no pudieron estar por lesión: Matías Sepúlveda y Marcelo Díaz.
Si bien Carepato no está siendo considerado como titular indiscutido pese a su condición de capitán, sigue siendo un valor importante para el equipo, dentro y fuera de la cancha. Y afortunadamente, el desgarro que no le permitió estar ante los Granates ya empieza a quedar en el pasado.
Según Emisora Bullanguera, Díaz regresó a los entrenamientos junto con el resto del plantel azul este lunes, tras unas breves vacaciones. Es decir, un desarrollo importante en su plan de recuperación.


El único que sigue sin poder sumarse a los trabajos es el Tucu, pero considerando que aún queda tiempo para que se recupere de su desgarro isquitiobial.
El próximo desafío de la U es el próximo lunes 13 de octubre, cuando enfrente a Palestino por la fecha 24 del Campeonato Nacional. La U hoy marcha en el cuarto lugar de la tabla de posiciones, fuera de la zona de Copa Libertadores, aunque todavía tiene un partido pendiente.
Y luego, la llave por semifinales de Copa Sudamericana ante Lanús. El primero partido será el jueves 23 de octubre en Santiago, mientras que la revancha se disputará una semana después en Argentina. Entremedio, el Clásico Universitario ante la UC en el Claro Arena, duelo que por ahora la ANFP se niega a aplazar.
Vale recordar que en este momento los azules tienen los mismos puntos que Árabes y Cruzados en el torneo de Primera División.
Es decir, un tramo absolutamente vital para la U, que afortunadamente podrá afrontar con su líder espiritual a disposición de Gustavo Álvarez.