Después de años de expectativas, Lucas Assadi finalmente alcanzó la versión que Universidad de Chile tanto esperaba.
A sus 21 años, el formado en el CDA se convirtió en el futbolista más determinante del equipo de Gustavo Álvarez, con 11 goles y 6 asistencias en la temporada, consolidándose como una de las figuras del Campeonato Nacional y de la Copa Sudamericana.
La postura de la U
El crecimiento del puentealtino ha sorprendido a propios y extraños. De promesa irregular pasó en un abrir y cerrar de ojos a pieza clave, asumiendo el protagonismo ofensivo que siempre se le pidió.
En el Centro Deportivo Azul son conscientes de que están frente a un escenario complejo. Assadi tiene contrato vigente hasta diciembre de 2026, por lo que la dirigencia debería venderlo ahora o podría partir libre el próximo año.
Incluso, en la interna estudiantil ya tantean la opción de renovar su contrato para evitar que pueda marcharse a fines del 2026.
Al mismo tiempo, desde Azul Azul admiten que extender su vínculo implicaría ubicar al mediapunta entre los sueldos más altos del plantel, escenario radicalmente diferente al que enfrenta hoy.
Sin cláusula, pero con precio definido
En ese sentido, Assadi actualmente no cuenta con cláusula de salida, por lo que cualquier negociación deberá pasar por el club.
Por ese lado, Universidad de Chile tiene la última palabra y ya fijó un piso mínimo de 7 millones de euros, cifra que podría elevarse considerando su nivel en el plano internacional.
En la dirigencia reconocen que el presente del volante es superior al de Darío Osorio al momento de su traspaso al Midtjylland, y por lo mismo, no se plantean venderlo por debajo de esa referencia.
Mientras tanto, de acá a fin de año los rumores sobre intereses del extranjero seguirán creciendo, y la U deberá decidir entre reforzar su proyecto deportivo con su figura más prometedora o transformarlo en la venta más cara en la historia reciente del club.