
Después de su exitoso paso por Magallanes, Julián Alfaro cumplió uno de sus grandes anhelos: volver a Universidad de Chile en 2025. Sin embargo, tras sumar pocos minutos en el equipo de Gustavo Álvarez, el delantero partió a préstamo a Everton de Viña del Mar, donde busca reencontrarse con su mejor versión.
En conversación con En Cancha, el atacante formado en la U repasó sus recuerdos de la infancia azul, su pasión intacta por el fútbol y los aprendizajes que le dejó su retorno al club de sus amores.
“Siento que necesito una revancha y quiero tener otra oportunidad en la U”, confesó Julián Alfaro, hoy en Everton, quien trabaja para volver más fuerte al club que lo formó.

Un regreso soñado a la U que no fue el esperado
–Te formaste en la U, viviste toda tu infancia ahí. ¿Qué recuerdos tienes de esa etapa y de tus primeros pasos en el fútbol?
-Todo muy lindo. Cuando uno empieza a recordar, da mucha nostalgia. Jugaba en la calle, en el barrio, en canchas de tierra, y solo pensaba en jugar a la pelota. Mis momentos de niño en la U fueron maravillosos. Tengo muchos amigos de esa etapa y recuerdos que jamás voy a olvidar.
–Con el paso del tiempo, ¿ha cambiado tu mirada sobre el fútbol? Antes era más disfrute, ahora es tu profesión.
-Creo que no ha cambiado. Soy un apasionado por este deporte. Amo lo que hago. Cuando entro a la cancha se olvida todo, se viven muchas emociones y la adrenalina sigue ahí. Claro, cuando pasas al plano profesional hay más responsabilidad, pero la pasión es la misma.
–Tras largos años fuera, en 2025 volviste a la U. ¿Cómo fue ese momento cuando te dicen que vas a regresar?
-Fue una emoción enorme. Siempre había soñado con volver. Lo había dicho muchas veces. Hoy lo sigo pensando: siento que necesito una revancha y quiero tener otra oportunidad.
–Quizás tu regreso no fue como esperabas, ¿no?
-Sí, uno siempre quiere jugar, ser protagonista. Me tocó luchar desde atrás. Tuve una lesión al principio y eso me dejó un poco atrás con respecto a mis compañeros. Así es la competencia. Me tocó venir a Everton a seguir mejorando y luchando.
- Qué crees que faltó para ganarte un puesto o tener más minutos con el técnico Gustavo Álvarez?
-Era un club que venía de una buena campaña, con jugadores a muy buen nivel, como Fabi (Hormazábal) y Maxi (Guerrero), que venían jugando y son seleccionados. Me faltó estar más preparado físicamente, tener un apoyo psicológico antes, para estar listo cuando llegara la oportunidad.
–¿Sentiste la confianza de Álvarez?
-En ese aspecto, más que tener confianza o no, hay que estar preparado para la competencia. El técnico toma las decisiones que cree mejores para el equipo, no para el jugador.
–¿Qué aprendizaje te dejó tu vuelta a la U? Estás a préstamo hasta fin de año y luego debes volver.
-Siento que llegué a otra realidad, al alto rendimiento, al top del fútbol chileno, donde cada detalle cuenta. Ahora me estoy encargando de eso: ajustar en lo físico, mental y emocional, para estar preparado y dar lo mejor de mí cuando me toque volver el próximo año.