
Desde Uruguay, Esteban Conde, exarquero de Universidad de Chile, responde al llamado de En Cancha y comparte detalles de su transición del arco a la dirección técnica. Tras una destacada carrera como golero, “Coco” decidió continuar ligado al fútbol profundizando su formación como entrenador, y actualmente se mantiene activo en cursos junto a Gerardo Pelusso, otrora entrenador azul.
El exguardameta también relata su experiencia al asumir rápidamente como técnico de Danubio tras su retiro y cómo su camino continuó junto a Martín Lasarte en Nacional, llevando consigo a parte de su cuerpo técnico, que incluye a varios exazules.
Desde su perspectiva, analiza las diferencias entre el fútbol chileno y uruguayo, comparte su aprendizaje con grandes entrenadores y reflexiona sobre la preparación que exige estar listo para dirigir a cualquier club, poniendo especial énfasis en su deseo de regresar a la U como director técnico.

La actualidad de Conde, su primer paso como DT y su experiencia con Lasarte
- Tras retirarse como arquero y completar su formación como entrenador, ¿cómo ha sido su transición al rol de técnico y en qué proyectos está actualmente?
Hoy con Gerardo Pelusso estamos en un curso táctico, donde hemos analizado las últimas competencias que se han disputado, con el fin de presentar libros y trabajando en una academia.
- Entonces está bien ocupado, sobre todo en fútbol, que es lo importante, ¿no?
Sí, de todas maneras. Lo que hacemos con Gerardo es muy valioso, porque me mantiene actualizado en cuanto a tendencias tácticas. Hemos analizado el Mundial de Clubes, el Mundial Sub 20 y la Copa América anterior. Eso me mantiene activo, pero lo que más me gusta es tener un equipo para dirigir; disfruto mucho estar en la cancha, y por ahora estamos a la espera de la oportunidad adecuada.
- Tras retirarse como jugador en Danubio, rápidamente dio el salto a dirigir al mismo equipo. ¿Cómo fue esa experiencia y cómo ha continuado su carrera como técnico hasta hoy?
Fue algo bastante curioso. Me retiré a finales de 2022, y pocos meses después comencé a dirigir al mismo equipo la temporada siguiente. Luego, trabajé hasta marzo de este año con Martín Lasarte en Nacional, llevando conmigo a mi cuerpo técnico a Nacional, que incluye a varios ex U, como Mauricio Victorino y Marcelo Tulbovitz. Hoy en día estamos sin dirigir ningún equipo, así que toca esperar a que surja la próxima oportunidad.

- Su primer paso como director técnico no fue fácil y terminó con su salida por malos resultados. ¿Cómo analiza esa experiencia inicial y qué autocrítica hace sobre su desempeño?
Empecé a preparar mi carrera como entrenador dos años antes de retirarme. Ya tenía el curso listo y me estaba formando en otros cursos, profundizando más en distintas plataformas e institutos. Para la nula experiencia, me tiré a la piscina: me retiré como futbolista y agarré un equipo de primera división. Salimos por malos resultados, pero siento que fue un buen proceso. Nos quedamos un poco cortos a la hora de competir la doble competencia, y eso nos pasó factura, porque sumamos pocos puntos en el torneo local mientras jugábamos la copa.
La opción de dirigir en Chile, especialmente a la U
- ¿No le cierra la puerta si se da la opción de venir a entrenar a un equipo de Chile, ya sea en Primera o en Primera B?
No le cerramos la puerta a nada. Estamos preparados para cualquier oportunidad que surja, ya sea en Uruguay o en el exterior. Tenemos un conocimiento profundo del fútbol uruguayo, pero si surge una oportunidad en el exterior, tampoco la descartamos. Estamos para trabajar, para crecer y seguir dando rodaje a nuestro trabajo. Incluso, tenemos claro como cuerpo técnico que si Martín Lasarte encuentra un buen equipo, nos iremos a trabajar nuevamente con él, ya que la experiencia en Nacional fue bastante buena tanto para él como para nosotros.

- En Chile se sigue poco el fútbol uruguayo, y últimamente se prestó más atención cuando Eduardo Vargas llegó a Nacional y Brayan Cortés ahora en Peñarol. Desde su experiencia, ¿qué diferencias percibe entre el fútbol chileno y el uruguayo?
A Eduardo lo trajimos nosotros a Nacional, si bien tuvimos un periodo bastante corto, porque desde que llegó Eduardo en enero nosotros estuvimos hasta marzo, pero en definitiva ya lo conocíamos. Martín lo había tenido en la selección, yo lo había tenido como compañero siendo futbolista, y bueno, sí, creo que hay cuestiones que son distintas, por ejemplo justamente la infraestructura de los estadios. En el fútbol chileno hay estadios que son muy bonitos, cada vez crecen más en ese sentido, mientras que acá, de repente, ahora estamos en una situación que se vislumbra que tal vez a cinco años se pueda mejorar la infraestructura del fútbol uruguayo, porque van a cambiar un poco los ingresos por los derechos de televisación y marketing, que hay una guerra bastante importante aquí por ello. Y bueno, lo que pasó capaz que en Chile hace más de 20 años, acá está pasando, y eso va a hacer que crezca mucho el fútbol.
Pero sí, somos distintos. Creo que allá tienen infraestructura superior, la calidad de los jugadores, la calidad técnica de los jugadores es muy importante, y acá, en definitiva, lo que tenemos es mucha garra, mucho corazón, mucho empuje, mucha determinación a la hora de competir.
- Si bien cada técnico tiene su sello, ¿ha sacado cosas de entrenadores que estuvieron con usted, como Pelusso, Sampaoli, entre otros, para impregnar en su sello?
Sí. Hoy estoy aprendiendo muchísimo de Martín en cuanto a gestión humana, ser directo y cercano con los futbolistas. También estoy en contacto con Gerardo Pelusso y sigo refrescando cosas que trabajábamos cuando él me dirigió a mí en Danubio y en la U. De Jorge Sampaoli saqué intensidad de juego, presión, y de Gustavo Matosas aprendí el juego de posesión y dinámica. El fútbol uruguayo es de mucha transición, de repliegue a bloque y salida rápida; todos esos elementos van formando el estilo de uno.
- ¿Qué pide usted o su cuerpo técnico para llegar a un club?
La infraestructura es importante para desarrollar el trabajo, así como contar con jugadores que permitan implementar nuestro modelo. Es clave tener autonomía para decidir quién juega y quién no, así como la materia prima, que es el futbolista. A partir de eso, se puede desarrollar un trabajo coherente con los objetivos y el sello del club.
— ¿Le ilusiona la idea de regresar a la U, pero esta vez desde el rol de entrenador en lugar de arquero? ¿Sería una especie de revancha, principalmente por los pocos partidos que jugó?
Claro que sí, tengo pendiente el día de mañana tener una oportunidad de dirigir al equipo, porque realmente es uno de los sueños que tengo. Quiero desarrollar mi carrera para poder llegar a los lugares donde me tocó vivir y ser feliz en lo que hago. Me gustaría que el proceso se dé cuando sea el momento adecuado. Hoy el club está peleando por cosas extremadamente importantes.