Universidad de Chile y O’Higgins se preparan para un choque clave en el cierre del Campeonato Nacional. Ambos equipos llegan tras triunfos claves ante Deportes Limache y Ñublense, respectivamente, resultados que les permiten ilusionarse con cerrar el año en puestos de Copa Libertadores.
El compromiso, estipulado para dentro de dos semanas en el estadio El Teniente, asoma como una verdadera final por los objetivos de ambos. En este momento, el Capo de Provincia es tercero con 50 puntos, mientras que los azules se ubican un puesto más abajo con 48.
Todavía no están definidos los detalles del duelo entre O’Higgins y la U
Más allá del atractivo deportivo, las autoridades ya preparan un encuentro que asoma como uno de los más interesantes en la recta final del torneo.
En ese sentido, la Delegación Presidencial de O’Higgins será la encargada de determinar si el partido podrá disputarse con público visitante, luego de que el club rancagüino solicitara aforo completo y presencia de hinchas de Universidad de Chile en las tribunas.
La petición aún no ha sido aprobada, y las autoridades regionales analizan con cautela el escenario.
Según información de En Cancha, la Delegación no está dispuesta a autorizar hinchada visitante debido a la trascendencia y el alto riesgo que implica el compromiso, considerado de clase A por los organismos de seguridad.
El regreso de la U a Rancagua
Cabe recordar que en la temporada 2024, las autoridades regionales permitieron por primera vez desde 2021 la presencia de simpatizantes azules en El Teniente, tras varios años de veto a raíz de los incidentes registrados en ese recinto durante la última fecha de ese año ante La Calera. Esa vez, barristas de la U rompieron el monumento a los hinchas Celestes fallecidos, un memorial muy significativo en Rancagua.
Por ahora, la determinación final recaerá en la Delegación Presidencial, que deberá resolver en los próximos días si el encuentro se juega con aforo total o con restricciones de público.
En cualquier caso, el ambiente en Rancagua promete ser de alta tensión, en un duelo que todavía no tiene programación oficial.