
Pasaron ya 4 años desde que Joaquín Larrivey dejó Universidad de Chile, pero su nombre aún es sinónimo de nostalgia entre los hinchas del Romántico Viajero.
El argentino fue el goleador del equipo en las temporadas 2020 y 2021, con más de 40 goles en dos campañas marcadas por los contrastes: de la ilusión del arranque con Walter Montillo a la dramática salvación del descenso ante Unión La Calera.
Hoy, desde la distancia, el exdelantero azul y actual figura de Deportes Concepción vuelve a hablar sobre su polémica salida del club y repasa con En Cancha cómo se gestó su llegada a Chile, donde terminó forjando un vínculo profundo con los fanáticos azules.
Larrivey y el adiós a Universidad de Chile
—¿Te dolió cómo se gestó tu salida en 2021?
No, la verdad que no. Yo creo que me sorprendió la forma, se hablaron muchas cosas, me habían prometido muchas cosas, pero después tocó dar vuelta la página.
Siempre pensamos, con mi mujer tenemos una frase que dice: buena suerte, mala suerte, qué sé yo. Se la sacamos a una persona de redes sociales, y la verdad que, si bien en ese momento era algo que no esperábamos, ni queríamos, terminó sirviendo.
Lee tambiénEl nuevo problema que tendrá que resolver Gustavo Álvarez para evitar una catástrofe en la U —¿En qué sentido terminó sirviendo?
En que fue una oportunidad para volver a Italia después de muchos años, y fue una experiencia extraordinaria para nosotros, a nivel deportivo y a nivel familiar. Y que nunca se hubiera gestado si hubiera seguido en la U.
—¿Entonces no quedaste con resentimiento hacia el club?
Si bien es cierto que me sorprendió y que me hubiera gustado seguir, la verdad que lo tomo sin rencores y como algo que se tuvo que dar así. Más bien soy un agradecido de que pude disfrutar dos años de carrera en un club muy lindo. Más que pensar en lo que me hubiera gustado seguir o no seguir, o si se hubiera dado, la verdad que no pienso en eso, pienso más bien en lo que pasó realmente.

—¿Qué te queda de tu paso por Universidad de Chile?
Nada, me quedó un cariño eterno para con la gente de la U. Siempre le deseo lo mejor. Fueron dos años muy lindos, así que lo hemos disfrutado. Y bueno, tantos goles también marcan, tanto a la gente como a mí.
—¿Cómo se gestó tu llegada a la U?
Yo estaba jugando en Cerro Porteño, tenía un año más de contrato. Y por medio de mi suegro (Gerardo Reinoso), que jugó muchos años acá, me llamó y me dijo que quería hablar conmigo con Superman Vargas, que en ese momento era uno de los directores deportivos de la U.
Y bueno, mi suegro me habló maravillas de Chile. Mi mujer nació acá cuando mi suegro jugaba en Católica, conocía bastante. Y bueno, si bien estaba muy bien en Paraguay, vimos con buenos ojos la idea de un nuevo desafío en mi carrera. La verdad que estaba muy feliz, y terminó resultando mucho mejor de lo que uno podía imaginar.







