
Universidad de Chile entró en una fase decisiva del año. Mientras el equipo intenta cerrar de la mejor forma el 2025, la dirigencia ya trabaja en el plantel de la próxima temporada y una de las áreas más sensibles vuelve a ser el ataque.
Los azules hoy conviven con un escenario particular: ninguno de sus tres delanteros está confirmado para la temporada 2026.
Lucas Di Yorio y Rodrigo Contreras están a préstamo con opción de compra y Nicolás Guerra finaliza contrato. El problema no es menor, porque la U podría perfectamente quedarse sin ninguno de los tres en enero.
La encrucijada con Di Yorio
De momento, Di Yorio es el único que puede permanecer de cara a la próxima campaña, pero el monto de su opción de compra no convence. Athletico Paranaense espera cerca de 1,5 millones de dólares, cifra que la U no está dispuesta a pagar.
Eso sí, el jugador interesa y el club quiere mantenerlo, pero solo con una negociación que baje significativamente ese precio. La postura es clara: no harán uso de la opción tal como está, y esperarán que Paranaense abra la puerta a un nuevo acuerdo.
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Un nombre que podría volver cobrar fuerza es Octavio Rivero, obsesión de la U en el mercado de fichajes de verano. La cláusula del uruguayo asciende a 2,5 millones de dólares, pero la delicada situación económica de Barcelona SC cambió el panorama.
Según información de En Cancha, hoy los ecuatorianos están dispuestos a aceptar por Rivero un monto cercano al millón de la divisa norteamericana.
Ahora, el dilema es evidente, los azules pueden optar por Di Yorio o ir por un precio similar por Rivero, quien fue la prioridad de los azules a principio de año.
Esta no es la única arista a considerar. Por ahora, la continuidad de Gustavo Álvarez sigue en duda. El futuro de la banca será determinante para ordenar las prioridades del club y los perfiles que buscarán.

Lo que viene para la U
Si se van Contreras, Di Yorio y Guerra, no se tratará solo de reemplazar una pieza: la U planea reconstruir por completo su ataque, sumando no uno, sino al menos dos delanteros de nivel.
Los azules deberán decidir pronto. La disyuntiva está abierta y la U tendrá que elegir a conciencia para no repetir las urgencias ofensivas de otros años.







