
La histórica sanción aplicada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) contra Michael Clark, presidente de Azul Azul, remeció por completo a Universidad de Chile este martes.
Con una multa de 65.000 UF (2,7 millones de dólares) y una inhabilidad por cinco años para ejercer cargos directivos, el futuro del empresario en la concesionaria quedó directamente condicionado a los plazos legales y a los recursos que pueda interponer.
Según expertos consultados por En Cancha, la sanción implica efectos inmediatos pero no necesariamente automáticos, ya que existe un proceso administrativo que debe completarse antes de que la resolución quede ejecutoriada.
El estado actual del caso Clark
“Para que quede ejecutoriada la resolución tienen que haberse vencido los plazos para recurrir, si no se hizo, y en caso de presentar recursos, hasta que se resuelvan”, explicó a este sitio un especialista en derecho financiero.
Clark aún puede recurrir a la apelación, y solo cuando se agoten esas vías la inhabilidad se hace completamente efectiva.
Según comentan fuentes al interior de la concesionaria, la idea de Clark es permanecer al mando de Azul Azul mientras apela a la sanción, especialmente a la inhabilitación.
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En Radio Pauta, el periodista Fernando Agustín Tapia fue categórico respecto al futuro del presidente de Azul Azul.
“Ya no es una sugerencia, tiene que salir de manera temporal de Azul Azul. Hay una instrucción de CMF, que es la entidad que regula estas empresas. CMF intervino hace un año y con mucha convicción dijimos que le hace daño a la institución”, aseguró el comunicador.
Tapia afirmó que, más allá de los plazos administrativos, la sanción genera una imposibilidad práctica y ética de que Clark siga ejerciendo liderazgo en la concesionaria que dirige el destino de Universidad de Chile.

¿Qué podría ocurrir en Azul Azul?
Si la sanción queda ejecutada, Clark deberá abandonar el directorio y Azul Azul tendrá que reestructurar la mesa directiva, es decir, designar un nuevo presidente. A partir de ahí, resolver la propiedad del club, que también es polémica.
La Corte Suprema investiga la Oferta Pública de Adquisición que realizó Clark en el verano de este año, cuando compró las acciones de Azul Azul que eran propiedad precisamente de Sartor. Si el caso sigue su curso, el empresario debería rematar la propiedad de la concesionaria.
De esta forma, Michael Clark sigue sumando complicaciones a su gestión. Aunque de momento, no estaría obligado a dejar la presidencia de Azul Azul, cada día su continuidad está más en duda.






