
Universidad de Chile vive horas de fuerte tensión institucional. Este martes, Michael Clark, presidente de Azul Azul, recibió una histórica sanción por parte de la Comisión para el Mercado Financiero, organismo que resolvió aplicarle una de las multas más altas registradas en el último tiempo en materia económica.
La CMF informó que Clark fue sancionado con una multa de UF 65.000, equivalente a 2,7 millones de dólares, junto con una inhabilidad temporal por cinco años para ejercer cargos directivos. Un golpe directo al mandamás de la concesionaria que administra a Universidad de Chile.
Según el fallo, el Consejo de la CMF concluyó que la AGF controlada por Clark y sus directores privilegiaron intereses de empresas relacionadas por sobre los de los fondos administrados, además de proporcionar información falsa al mercado y al propio regulador.
Por ello, además de las multas, el organismo decidió aplicar la severa inhabilidad que deja al empresario, en primera instancia, fuera de la testera de Universidad de Chile.
¿Qué implica esto para Universidad de Chile?
La sanción abre un escenario completamente nuevo para la concesionaria y para el futuro del club. Si la sanción tiene efecto inmediato, Clark debe dejar su cargo en Azul Azul.
La inhabilidad impide que continúe en el directorio, por lo que su salida es obligatoria e inmediata desde que la resolución quede ejecutada.
Al mismo tiempo, Azul Azul deberá designar nuevos directores y reorganizar su estructura interna. La salida de Clark obliga a rearmar la mesa directiva, además de nombrar a un nuevo presidente.
Por otra parte, la sanción podría acelerar movimientos en la propiedad del club. Es sabido que Clark ha enfrentado problemas en torno a la Oferta Pública de Adquisición con la que compró la totalidad de acciones que pertenecían a Sartor en el verano pasado.

Un golpe institucional en el momento menos oportuno
La posible salida de Clark llega en un muy mal momento. En el plano deportivo, la U se encuentra en plena lucha por clasificar a la Copa Libertadores y planificando el armado del plantel 2026.
La abrupta salida de su principal dirigente suma un elemento de incertidumbre en un club que ya enfrentaba tensiones, como por ejemplo, la posible salida de Gustavo Álvarez a fin de temporada.







