Un nuevo bochorno —uno más en el alicaído fútbol chileno— marcó el duelo entre Universidad de Chile y Coquimbo Unido por la fecha 29 del Campeonato Nacional.
El partido debió detenerse entre el minuto 12 y el 20 del primer tiempo debido al lanzamiento de fuegos artificiales desde la galería norte del estadio Santa Laura, sector donde se ubica la barra de la U.
¿La razón de la interrupción? La hinchada azul protestó por dos temas que vienen tensando el ambiente en el club.
Primero, el derecho de admisión que Azul Azul ha aplicado a diversos fanáticos en los últimos encuentros debido al mal comportamiento de estos. Y segundo, el conflicto que explotó esta semana entre Gustavo Álvarez y la dirigencia.
El técnico confirmó públicamente que no seguirá en Universidad de Chile para la temporada 2026, un anuncio que remeció al Centro Deportivo Azul. Aunque Michael Clark, presidente de Azul Azul, intentó bajar la tensión en la antesala del duelo ante los piratas, la molestia en la hinchada quedó en evidencia dentro del estadio.
La U puede sufrir un castigo
La grave situación podría traer consecuencias para Universidad de Chile, aunque ya para la temporada 2026.
Si el árbitro incluye estos incidentes en su informe, la U arriesga una sanción del Tribunal de Disciplina de la ANFP, que podría traducirse en partidos sin público o una importante reducción de aforo para la temporada venidera.