A finales del Pride Month (Mes del Orgullo), FIFPRO destacó la historia de Daniela Zamora, figura de Universidad de Chile y una de las referentes del fútbol femenino nacional. La publicación relató cómo la delantera, junto a Paz (su pareja de más de 13 años), inició el camino hacia la maternidad y la llegada de su hijo Tomás como un proyecto de vida en común.
Durante ese proceso, Zamora contó con el apoyo total del club, que incluso le otorgó un mes de licencia para priorizar su salud en la recuperación de óvulos. Ese respaldo fue clave para que pudiera vivir la maternidad sin renunciar a su carrera deportiva ni a su rol dentro de Las Leonas.
Orgullosa de la familia que está construyendo junto a Paz, la capitana azul conversa con En Cancha en la previa de la final del fútbol chileno ante Colo Colo. Habla de su presente personal, de la maternidad y de cómo ha logrado compatibilizar ese nuevo rol con las exigencias del alto rendimiento.
“Sentimos que la U es nuestro hogar”
-¿Cómo estás hoy en lo personal y familiar?
Plena de verdad. Súper contenta. Ha sido un proceso intenso porque la maternidad es hermosa, pero también muy desafiante. Hay momentos de mucho cansancio, de dudas, de reaprender rutinas… pero aun así estoy feliz. Siento que hoy tengo un equilibrio muy lindo: estoy trabajando en algo que me apasiona, juego en la U, mi hijo está sano, crece feliz, y tengo a mi pareja a mi lado acompañándome en todo. No puedo pedir más. Estoy en una etapa muy bonita de mi vida.
-¿La maternidad te ha complicado en lo deportivo o has logrado compatibilizar ambas cosas?
Ha sido difícil, sí. El descanso ya no es el mismo: las noches cambian, la alimentación cambia y los tiempos de recuperación también. Antes era súper matea con mis rutinas, con los horarios, con las siestas. Tenía todo muy estructurado.
-¿Te sorprendió ese cambio tan brusco en tu ritmo de vida?
Mucho. Yo pensaba que iba a poder mantener cierto orden, pero la verdad es que aprendí a flexibilizarme y adaptarme al ritmo de mi hijo. A veces simplemente no puedes controlar todo y tienes que fluir con lo que te toca ese día. Pero, al mismo tiempo, siento que la maternidad me dio una motivación extra. Cuando entro a la cancha lo hago con otra energía, con un propósito distinto. Y eso se nota: me impulsa, me da fuerza incluso cuando estoy cansada.
-Cuando anunciaste tu maternidad y tu relación, ¿te preocupó hacerlo público?
La verdad, no. En el ambiente en el que me muevo está muy normalizado y nunca fue tema. Sentí mucho apoyo desde el primer momento. Y en mi familia estaban felices: era el primer nieto, así que todos estaban emocionados y orgullosos. Fue algo muy natural, sin miedos ni dudas. Creo que cuando una vive las cosas con amor y seguridad, eso también se transmite.
-Tienes contrato hasta el próximo año. ¿Planeas seguir en la U junto a tu familia?
Sí, totalmente. Me queda un año más de contrato y estoy muy feliz de seguir en la U. Estoy cómoda, siento mucho cariño del club y de la gente, y además mi familia está muy bien aquí. Sentimos que este es nuestro lugar hoy. Quiero aprovechar este tiempo al máximo y seguir disfrutándolo.