
El mercado de fichajes de Universidad de Chile recién comienza. A la espera de definiciones internas respecto al nuevo proyecto deportivo, como por ejemplo, el nuevo cuerpo técnico, un nombre potente como Eduardo Vargas vuleve a aparecer con fuerza sobre la mesa azul.
Turboman volvió a ser protagonista este fin de semana en el fútbol chileno. El delantero de Audax Italiano le marcó nada menos que a Colo Colo, en la última fecha del torneo, sumándole un nuevo capítulo a su presente en La Florida.
Pero no fue un gol más: tras convertir, el renquino mostró el tatuaje de Universidad de Chile frente a los hinchas albos en el Estadio Monumental, un gesto que rápidamente se viralizó en redes y que volvió a encender el cariño de la hinchada azul, que lo celebró como si el tanto también hubiese sido propio.
Vargas, cada vez más a punto
Vargas finaliza el año en buen momento, ya que en la penúltima fecha ya había marcado ante Ñublense un tanto decisivo que le entregó a Audax Italiano la clasificación a la Copa Sudamericana 2026.
Dos goles determinantes en el cierre del campeonato, en partidos trascendentes, que volvieron a poner su nombre en vitrina justo cuando la U comienza a trazar sus prioridades para el próximo mercado.
Lee tambiénLa amarga y silenciosa despedida del último goleador de la UCabe recordar que Vargas estuvo muy cerca de concretar su retorno a Universidad de Chile a mitad de temporada. La dirigencia azul negoció con él, pero la operación terminó frustrándose tras una fuerte diferencia en lo económico.
Según reconoció el propio jugador en ese momento, la oferta que recibió no cumplió las condiciones que esperaba, lo que derivó en su sorpresivo arribo a Audax Italiano, en una de las grandes teleseries del mercado invernal y que dejó abierta una herida que nunca terminó de cerrarse del todo.

La cláusula que acerca a Vargas a la U
Hoy, esa historia podría reactivarse debido a un detalle contractual clave. Vargas firmó con Audax hasta diciembre de 2026, pero su contrato contempla una cláusula especial que puede activar ahora, en diciembre de 2025, para quedar en libertad de acción y firmar por otro club.
Y esa cláusula, desde su origen, fue pensada precisamente con Universidad de Chile en el horizonte, considerando que el propio futbolista ha reiterado en múltiples ocasiones que su gran anhelo es volver a vestir la camiseta azul.
Los números de Eduardo Vargas
Más allá del simbolismo, el regreso de Vargas también empieza a encontrar respaldo desde lo futbolístico. En la segunda rueda del Campeonato, desde su llegada a Audax, el delantero disputó 13 partidos y marcó cuatro goles.
Un registro que, al ser comparado con los atacantes de la U en el mismo tramo del torneo, lo posiciona en un lugar importante: solo Lucas Di Yorio logró superarlo con seis tantos en 13 partidos.
Más atrás aparecen Rodrigo Contreras y Leandro Fernández, ambos con tres goles en 11 encuentros, Lucas Assadi con dos en ocho presentaciones y Nicolás Guerra, que no logró convertir en ocho compromisos.
Ese escenario permite ilusionarse en el CDA. Vargas ya no llegaría solo como una deuda histórica, sino como un delantero que respondió en su regreso al fútbol chileno, con goles importantes y sobre todo regularidad desde lo físico.
Eso sí, el propio análisis interno también es realista. Sus números no parecen proyectarlo hoy como un delantero titular indiscutido, pero sí como una alternativa de jerarquía, capaz de marcar diferencias en momentos clave. Más aún considerando que la U se desprenderá de 3 de sus 4 delanteros a fin de año, por lo que debería sumar al menos a dos.
Para la U, el nombre de Eduardo Vargas vuelve a instalarse en la conversación, esta vez con más argumentos deportivos y con una salida contractual que lo vuelve nuevamente un sueño posible.






