Benjamín Vidal abre un episodio profundo de su carrera en conversación con En Cancha. El exdefensor repasa sin filtros su paso por Universidad Católica, etapa marcada por una dura lesión, la presión de un club grande y decisiones que, con el tiempo, aprendió a mirar con más calma.
En esta charla, el exjugador recuerda cómo llegó a la UC en 2017 en medio de un buen momento futbolístico, pero cargando una lesión que condicionó su rendimiento desde el primer día.
Pero el relato toma un giro aún más impactante cuando revive el accidente automovilístico que sufrió en marzo de 2019, un choque que —según él mismo reconoce— pudo haberle costado la vida. Vidal detalla cómo ocurrió, las consecuencias personales y deportivas, y la lección que lo marcó para siempre.
Su llegada y estadía en Universidad Católica
- ¿Cómo se dio ese salto a Universidad Católica en 2017?
La opción apareció de un día para otro y, sinceramente, fue inesperada. Esta vez sí me detuve a pensarla mucho. Estaba viviendo un buen momento futbolístico y me dije: “¿Por qué no?”. Finalmente la tomé, aunque hoy siento que lo hice en un momento que no debía.
- ¿Te refieres a un tema personal o algo ligado al club?
Era algo mío. Llegué lesionado a Católica, venía con un desgarro complicado y no pude entrenar desde el primer día. Tuve que ir directo a la clínica para recuperarme. Todo se volvió difícil: retomar ritmo, adaptarme al grupo, conocer a los compañeros y mostrarle al técnico cómo jugaba realmente. Me costó mucho en lo físico. Estuve poco tiempo y terminé regresando a Palestino.
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Con ambas cosas. En Palestino estaba muy bien: tenía mi espacio, tranquilidad y un grupo de amistades dentro del equipo. Cambiar todo eso no era fácil. Pero el gran problema fue la lesión, que me afectó muchísimo, aunque la mayoría no lo sabe.
- Al final, los hinchas se quedan solo con lo que ven en la cancha, ¿no?
Exacto. El hincha juzga el rendimiento, no lo que pasa detrás: lesiones, problemas personales o procesos de recuperación. La gente ve los 90 minutos y listo.
- ¿Con el tiempo te arrepentiste de haber dado el paso a la UC?
No, para nada. Arrepentirse no tiene sentido. Ya pasó, no se puede volver atrás. Hay que aceptar lo que fue y seguir adelante.
El accidente automovilístico que marcó su vida
- ¿Cómo recuerdas ese choque tan grave? Se dijo incluso que casi mueres.
Fue gravísimo. Yo no iba alcoholizado, pero sí había tomado un par de copas. No estaba curado. Lo que realmente me pasó fue que me quedé dormido. Había tenido un día largo, estaba agotado, y el sueño me venció. Eran como las 11 de la noche cuando vino el porrazo. El cinturón de seguridad literalmente me salvó la vida.
- Son experiencias que dejan huella…
Totalmente. Te enseñan a no cometer el mismo error dos veces. Me quitaron la licencia por dos años, y en ese tiempo fui intachable: cualquier falta me dejaba fuera. Hoy, si tengo que manejar, no tomo. Y si tomo, no manejo. Así de claro.
- ¿Recuerdas el momento del accidente?
Sí. Me quedé dormido justo antes de una curva. Desperté abajo, ya con el choque. El auto estaba muy golpeado, estaba todo oscuro y yo aún agarrado del volante. Salí por mis propios medios.
- ¿Te dejó alguna lesión?
Nada grave. Solo el brazo morado por el cinturón, pero entrené normal al día siguiente. Para el impacto que fue, salí prácticamente ileso.
- ¿Cómo reaccionó Universidad Católica?
Hubo reuniones y conversaciones para aclarar lo ocurrido. Católica cuida mucho su imagen y está bien, es parte de su política institucional. Querían saber cómo estaba yo, ordenar la información y alinear criterios. Todo se manejó en buenos términos.
