
El cierre del Campeonato Nacional este fin de semana marcó también el término de un ciclo que, silenciosamente, comienza a despedirse en Universidad de Chile.
En el Centro Deportivo Azul saben que desde este martes empezarán a definirse los primeros lineamientos de la planificación del 2026, un proceso donde la continuidad de Gustavo Álvarez asoma como el primer gran tema a resolver.
Una negociación complicada
En ese escenario, el propio entrenador iniciará esta semana las primeras conversaciones formales con la dirigencia estudiantil para negociar su eventual salida del club.
Las posturas, de momento, están sobre la mesa y no dejan demasiado espacio para dobles lecturas: Álvarez quiere cerrar su ciclo en buenos términos, sin conflictos ni tensiones públicas, mientras que la directiva acepta su partida siempre que se respete la cláusula de salida fijada en su contrato.
Dicho monto asciende a 1.2 millones de dólares, una cifra que el DT, de forma lógica, no puede cubrir de manera personal. Por eso, una eventual salida queda supeditada a que otro club asuma la negociación directamente con Universidad de Chile y pague dicha cláusula.
Lee tambiénSebastián Pérez rompe el silencio y se refiere a su posible llegada a la UEl propio Álvarez, eso sí, ha sido enfático durante las últimas semanas en un punto que complica todavía más el panorama: no mantiene conversaciones con ningún club, asegurando puertas adentro incluso que evalúa tomarse un descanso.

Álvarez comienza a despedirse de la U
Sin embargo, mientras en lo formal recién iniciaron las conversaciones, en los hechos ya comenzaron a aparecer movimientos que empiezan a confirmar el desenlace entre ambas partes.
Según pudo averiguar En Cancha, parte del cuerpo técnico del entrenador ya sacó sus pertenencias del Centro Deportivo Azul, incluido su analista y el preparador físico Marcelo Figueroa, quienes partieron rumbo a Buenos Aires con varias maletas.
Un gesto que, puertas adentro es interpretado como una señal clara: pase lo que pase con la negociación, Gustavo Álvarez y su cuerpo técnico ya tomaron la decisión de dejar el club.
Un punto que acelera los tiempos y obliga a la dirigencia a comenzar a mirar con mayor urgencia el delicado escenario en la banca para 2026. Por los plazos, la U ya ha sondeado técnicos, pero por un tema económico, no ha avanzado más allá de una consulta.
Así, la Universidad de Chile entra en una semana clave, donde no solo se definirán los primeros pasos del próximo proyecto deportivo, sino también el cierre definitivo de un proceso que, entre logros, críticas y tensiones en la interna, parece acercarse al final.







