En Universidad de Chile es época de decisiones. Con el 2026 a la vuelta de la esquina, en el Centro Deportivo Azul ya no solo se espera por el arribo de Francisco Meneghini o los próximos refuerzos, sino también un aspecto silencioso, pero determinante: la gestión de los cupos de extranjero.
Un escenario que comenzó a despejarse tras la salida definitiva de Lucas Di Yorio, quien fue presentado oficialmente como refuerzo de Santos Laguna. Con eso, la U liberó un cupo foráneo dentro de los seis que permite el reglamento, un espacio que hoy parece crucial en el mercado.
El regreso de Tamayo y un cupo que ya está contemplado
Ese margen, sin embargo, no es tan amplio como parece. En la planificación del club está considerado el regreso de su préstamo de Bianneider Tamayo, lo que automáticamente vuelve a ocupar uno de los cupos disponibles.
Con ese escenario, Universidad de Chile necesita administrar con precisión cada decisión relacionada a los extranjeros, especialmente en un contexto donde el arribo de un nuevo entrenador exige margen de maniobra en el mercado.

El portazo a Rodrigo Contreras
Ahí aparece el nombre de Rodrigo Contreras. El delantero fue notificado hace semanas de que no sería comprado por Universidad de Chile, una determinación tomada tanto por razones deportivas como estratégicas.
Lee también“Es difícil despedirse de un club que amo”: Se termina una era en el fútbol femenino de la UPese a ello, en las últimas semanas su representante ha insistido para explorar una eventual permanencia del atacante en el club. La postura de la U, sin embargo, por ahora se mantiene firme.
Desde lo futbolístico, no es considerado opción. Y desde lo administrativo, la ecuación es aún más clara: entrar al mercado con todos los cupos de extranjero utilizados limitaría severamente la gestión, reduciendo opciones.
Con un cupo disponible, la operación sigue siendo complicada. Sin ir más lejos, la U mantiene negociaciones avanzadas con el paraguayo Lucas Romero, quien utilizaría la última plaza.
Si las charlas siguen su curso, la U debería buscar exclusivamente refuerzos nacionales lo que resta de mercado. La otra opción es desprenderse de otro jugador extranjero: Franco Calderón, Leandro Fernández, Sebastián Rodríguez, Felipe Salomoni o el mencionado Bianneider Tamayo.
En un año donde Universidad de Chile necesita tomar decisiones cruciales para su futuro, la gestión de los cupos extranjeros se vuelve una pieza clave. Ahora, las decisiones dependerán de la dirigencia y de su inminente nuevo entrenador, Francisco Meneghini.







