Jorge Valdano, ex jugador argentino Campeón del Mundo en México 1986 y ex director técnico, recordó cuando hace 25 años Iván Zamorano le dio vuelta la mano en Real Madrid, ocasión en que 'Bam Bam' era considerado el quinto delantero del equipo 'merengue' y terminó convirtiéndose en 'pichichi' de la liga española.
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"Fue una experiencia que me enseñó que no conviene irse a los extremos, porque después cuesta mucho volver. Sé que fui odiado en Chile y lo comprobé cuando fui allá en algunas ocasiones. La gente se comportó en forma respetuosa siempre, pero supe interpretar alguna mirada asesina", indicó Valdano en entrevista con El Mercurio.
También tuvo palabras para los grandes referentes del fútbol chileno en la actualidad, específicamente de quienes han tenido pasos por La Liga como Alexis Sánchez y Arturo Vidal, ambos en el Barcelona. En este punto lamentó el paso del tocopillano por Camp Nou.
"Es hábil, rápido, astuto, ayuda al desequilibrio. Vivió en el Barcelona vicisitudes parecidas a las de Arturo Vidal, pero me parece que con menos complicidad personal con los compañeros. Daba la sensación de que era un cuerpo extraño en el club. Hay que tener la personalidad de Luis Suárez o la de Arturo Vidal para no formar parte del estilo Barça y no sentirse acomplejado de eso. Alexis es un jugador magnífico, pero creo que en Barcelona, más que disfrutar del fútbol, lo sufrió", aseguró el trasandino.
Otro tema que abordó fue quién es a su parecer el mejor entrenador de la actualidad, donde nuevamente apuntó a Barcelona, o mejor dicho a un catalán.
"(Josep) Guardiola, no tengo dudas. Marca mucha distancia con los demás, lo ha demostrado en distintos países, con diferentes fórmulas, pero siempre con un fútbol de ataque, colectivo, posicional, muy atractivo, muy presionante, ambicioso. Es un entrenador incomparable, uno de los mejores de la historia", expresó Valdano.
Sobre el complejo momento del fútbol mundial donde varias ligas luchan por volver a la normalidad en medio de la pandemia, el formado en Newell's Old Boys hizo hincapié en lo distinto que son los partidos sin público.
"El fútbol sin público es un fútbol sin alma. El aficionado es capaz de condicionar el estado de ánimo de los protagonistas. Sin gente, es más difícil que el peor le gane al mejor, uno de los elementos que hacen tan atractivo al fútbol", concluyó.
