Si algo se le reprocha a Marcelo Bielsa es que, pese a ser reconocido como uno de los entrenadores más influyentes de las últimas décadas a nivel mundial, ha ganado muy pocos títulos.
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Sus defensores hablan de que no siempre ha dirigido a los equipos más potentes, limitando sus chances de levantar copas. Por el contrario, sus contrarios apuntan que, las veces que sí tuvo oportunidades concretas, no las aprovechó.
Lo cierto es que con su consagración esta mañana como campeón adelantado del Championship de Inglaterra, Bielsa acaba de conseguir recién su quinta conquista.
Eso puede ser poco, si se le compara con otros técnicos prestigiosos como Jose Mourinho o Pep Guardiola, pero lo cierto es que con lo conseguido con el Leeds ha desnivelado a su favor la cantidad de trofeos que ganó en comparación con las cuatro finales que perdió. Es decir, ahora oficialmente se le puede declarar como un “ganador”.
A saber, con Newell’s Old Boys ganó 2 títulos nacionales, y perdió la final de la Copa Libertadores 1992, en penales contra el poderoso Sao Paulo.
Luego ganó el Clausura 98 argentino con Vélez Sarsfield y, ya con la selección albiceleste, en 2004 ganó el oro olímpico en Atenas pero perdió la Copa América ante Brasil, otra vez en penales.
La balanza se había emparejado en Europa, con dos finales perdidas mientras dirigía al Athletic Bilbao en la temporada 2011-2012: la Europa League (con el Atlético Madrid) y la Copa del Rey (contra el Barcelona).
Pero ahora que se garantizó ascender a la Premier como el mejor equipo de su categoría, Bielsa nuevamente puede decir que ha ganado más de lo que ha perdido.
