La fuerte infracción que sufrió ayer Kylian Mbappé en la final de la Copa de Francia ante Saint-Étienne dio la vuelta al mundo y podría tener graves consecuencias tanto para el jugador como para el futuro del Paris Saint-Germain en la Champions League.
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Mientras ayer Mbappé se retiró de la cancha y luego se le vio apoyando a sus compañeros con muletas, recién esta jornada se conoció el parte médico.
Por un lado, se descartó una fractura o una rotura ligamentaria, lo que habría dado por concluida inmediatamente su temporada. Sin embargo, el diagnóstico sí arrojó un esguince en su tobillo derecho, con lesión del compartimento lateral externo.
Si bien el PSG anunció que en 72 horas más se le hará una nueva revisión, la prensa francesa ya anticipó que su período de recuperación será de 15 días como mínimo. Es decir, apenas una semana antes de que tengan que jugar por cuartos de final de la Champions ante el Atalanta italiano.
Sin importar lo que diga la nueva evaluación, es un hecho que Mbappé llegará con lo justo al duelo. Y sigue siendo una posibilidad cierta que el gran delantero de 21 años no pueda estar presente en caso de descubrirse una lesión aún más grave.
