Tiene 35 años y las hace todas. Sí, todas. Sin exagerar. Se trata de Kathleen Kruger, una especie de "superwoman" que trabaja en el Bayern Munich y que los tiene ad portas de conseguir otra Champions League para el club, si vencen mañana al PSG. La mujer alemana trabaja hace ocho años en la institución, y prácticamente está todos los días a disposición de la misma, casi sin feriados, excepto en Navidad y las fiestas de fin de año. "Ese es el trato que hice. Yo nunca me quejaría. Simplemente disfruto demasiado haciendo mi trabajo para eso", dijo al llegar Bayern. ¿Pero qué hace exactamente? Kruger es la encargada de planificar el itinerario de los viajes, reservar los lugares de entrenamiento, manejar las conferencias de prensa y las estrategias de marketing, además de monitorear los entrenamientos individuales y las dietas de los jugadores. Todas esas labores han hecho que el mismo plantel bávaro la apode "La Jefa". Es tanto el respeto a su autoridad que el mismo técnico del primer equipo, Hans Flick, fue cauteloso al ser consultado sobre los festejos después de ganar la Bundesliga. "Vamos a ver qué nos deja hacer Kathleen y qué no". El padre y el hermano de Kruger son los responsables de del amor que Kathleen le tiene al club. En los 90 solían llevarla al Estadio Olímpico de Munich, donde hacía de local el Bayern antes de la construcción del Allianz Arena. Su amor por el fútbol la llevó también a convertirse en futbolista. Hizo inferiores en el FC Phönix Schleissheim y en el FFC Wacker, antes de llegar a los 18 años al Bayern Munich. Jugó un total de 32 partidos hasta que se dio cuenta que los viáticos no le iban a dar para vivir. Su llegada al club va de la mano con la designación de Christian Nerlinger como director deportivo el 2010. El recién asumido directivo necesitaba una asistente, y ahí apareció Kruger. Su oportunidad llegó cuando Nerlinger dejó el club en 2012, y la asistenta se convirtió en la que manda. ¿Podrá La Jefa levantar mañana la Champions League?